Informe anual 2009

Las 77 actividades que hemos hecho este año aparte de las reuniones, se describen aquí y en las páginas fotos 2009 a y fotos 2009 b.

1 de agosto 2009

Por fin un sábado soleado. Hicimos una segunda parrillada, porque la semana anterior hubo chubascos y habían participado solamente 14 amigos. Por eso: ¡Otra parrillada! Esta vez acudieron unos 35 amigos, tampoco es mucho en comparación con los años pasados cuando venían hasta 80 contertulios. Pero nos divertimos bien. Asamos carne, salchichas, patatas dulces, pescados, calabacines, maiz, y otras cosas; tomamos vino, zumo y cerveza; charlamos y nos contamos chistes; tomamos sol y fuimos a nadar en el lago. Pero no cantamos boleros, porque los guitarristas no tenían tiempo, por primera vez en la historia de nuestra parrillada. Pero no obstante fue una fiesta muy bonita y nos quedamos en las orillas hasta que cayó la noche.

9 de agosto 2009
La Fiesta Popular de Dachau es como el Oktoberfest: Hay toboganes, una noria, tiovivos y montañas rusas, y -claro- carpas gigantes donde se toma la cerveza de jarras gigantes. Pero la fiesta es más pequeña y los precios son mucho más baratos: La jarra de cerveza cuesta sólo la mitad que en el Oktoberfest. ¡Salud! Fuimos juntos allí, pero ya después de cinco minutos perdimos de vista a algunos amigos. Otros diez minutos más tarde faltaban otros amigos. Encontramos de nuevo a los amigos perdidos, pero mientras tanto habiamos perdido a otros. Por eso no logramos sacar una foto de grupo con todos. Pero cuando fuimos al "Franziskanergarten", para tomar una jarra al aire libre a la sombra, de repente acudieron casi todos. Y nos divertimos muy económico.

15 de agosto 2009
Un nombre horrible, y seguramente los campesinos tenían miedo en tiempos pasados, cuando tenían que cruzar el valle y el cañón para llegar a los pastos alpinos arriba. Pero hoy en día el cañón ya no es horrible, pero muy impresionante: Por un camino bien arreglado con barandillas, escaleras y túneles se transcurre este cañón estrecho. Fuimos en tren a Grainau y subiendo caminamos una hora y media, hasta que llegamos a la entrada del cañón. Allá hay que pagar entrada, con el dinero se arreglan los desperfectos de los caminos, que se producen cada invierno por el hielo y las avalanchas. Entramos en este "infierno" - pero un infierno bastante frío y muy húmedo. Estaba muy oscuro, como el sol llegue solamente en pocos lugares hasta el suelo, tan profundo es el cañón. Por las paredes caían gotas de agua muy fría y nos mojamos. El arroyo saltaba por cataratas y cascadas causando una niebla de gotitas. Casí media hora caminamos por este cañón angosto, pasando rocas escarpadas, cascadas altas, y también restos de las avalanchas, ¡todavía hay nieve en agosto! Salímos del cañón al sol que nos calentó. Por un valle un poquito más ancho y mucho más suave, subimos una hora más y llegamos a la cabaña Höllentalhütte, donde almorzamos y desfrutamos de la vista a la cima del Zugspitze, del monte más alto de Alemania. Regresamos por el mismo camino, pero todo se veía diferente: Como el sol había avanzado, había diferentes luces, diferentes sombras, diferentes colores. Pero dos cosas quedaban igual: El frío y la humedad. Cuando llegamos al valle de Garmisch, nos alegramos mucho del sol, que nos calentaba mientras esperamos al autobús.

23 de agosto 2009
Los meteorólogos habían pronosticado "tiempo ideal para ir a la playa". ¿Qué es más bonito en un día como este que ir en bicicleta a un lago para bañarse? Pero cuando salimos, soplaba un viento frío, por suerte del este, así aceleraba nuestra ida y rápidamente llegamos a Dietramszell, en tiempos pasados sede de un monasterio famoso, se puede visitar la iglesia barroca. Allí almorzamos - claro que no en la iglesia, sino en la "Fonda del Monasterio", ¡muy rico! Después fuimos al lago, que se esconde en un bosque. Seguramente no se encuentra si uno no sabe donde está, o si no tiene un bueno mapa como yo, jejeje. El viento frío no convenía con las ganas de bañarse, pero el agua estaba agradablemente templada. Después de nadar un rato en este lago precioso, seguimos en bicicleta. Bajamos comodamente por un valle verde con granjas cuyas fachadas están pintadas con escenas religiosas o campestres. Tuvimos que subir una cuesta empinada, pero la vista a las siluetas azules de las montañas en el sur recompensó esta pena. Y otra recompensa fue la bajada veloz por la carretera: con un una pendiente de 14% al valle del Isar, ¡qué guay! De repente se terminó el camino de ciclistas y no queríamos seguir por la carretera general, con todos los coches que iban a alta velocidad. Vimos un señal que indicaba un camino adecuado para ciclistas y lo seguimos. El camino era cada vez más estrecho. Finalmente nos encontramos en medio de una jungla, en una senda estrecha llena de raízes y piedras. Tuvimos que bajarnos de las bicis y empujarlas. Atravesamos la selva sin camino en la dirección donde mi mapa indicaba un camino más grande, y por suerte lo encontramos. Contentos seguimos este camino cómodo hasta Wolfratshausen, donde tomamos una jarra de cerveza en la terraza de una cervecera en las orillas del río Loisach.

30 de agosto 2009
Un día estupendo: Ni una nube al cielo azul. A mi me hubiera gustado subir a un monte alto para tener una vista amplia y larga, pero los amigos estuvieron muy flojo y deseaban hacer una "excursión de chupete", como nosotros llamamos de broma a una excursión fácil. Elegí una ruta y no conté a los amigos a donde vamos: Una excursión sorpresa. Bajamos del tren en Garmisch y caminamos al cañón Partnachklamm. El arroyo saltaba con mucho ruido por las cascadas y cataratas. Por las rocas serradas caían gotas que relucían a la luz del sol como diamantes - diamantes muy fríos y mojados, jejeje. Una impresión maravillosa. Todos los amigos se pusieron muy contentos. La Tertulia ya atravezó tres veces el Partnachklamm - cada vez con otros participantes, pero esta vez doblamos por primera vez a la derecha, cruzamos el arroyo por un puentecillo y subimos en zigzag por un bosque denso, hasta llegamos a la fonda Partnachalm, donde almorzamos. Desde la terraza, disfrutamos de la vista al macizo del Wetterstein. Después de la pausa subimos más hasta que llegamos a otra fonda Bayernhaus, donde tomamos café y - otra vez - disfrutamos de la vista, que ahora estaba más amplia: Al lado del Wetterstein se veían también la cordillera del Karwendel y la Soierngruppe. Subimos los últimos metros hasta la cima del Hausberg y vimos los montes Alpspitze y Zugspitze. Por otro camino bajamos a Garmisch. Todos los amigos estaban contento con esta "excursión sorpresa".

30 de agosto 2009
El otoño es la estación de las fiestas populares en el sur de Alemania. La más famosa es la Oktoberfest de Múnich, que visitamos cada año, ¡es tradición de la Tertulia! Pero visitamos también de vez en cuando fiestas en otras ciudades. Esta vez la Herbstfest ("fiesta de otoño") de Erding. Hay de todo que se necesita en una fiesta popular: Atracciones como tíovivos y montañas rusas y una carpa gigante donde se toma una jarra gigante de cerveza - o aún más jarras, jejeje. Pero había también una atracción especial, que no tienen todas las fiestas: Una carrera de caballos. ¡Qué guay! Nos divertimos mucho con este espectáculo.

5 de septiembre 2009
Sí, el otoño es la estación de fiestas: Hace una semana fuimos a la Herbstfest de Erding, esta vez a la Volksfest de Freising. Dimos un paseo por todas las atracciones: tiovivos, toboganes, montañas rusas y una noria. En una tienda jugamos un juego de habilidad muy divertido. Y finalmente entramos en la carpa gigante, pedimos unas jarras y escuchamos la música bávara y cantamos. ¡Qué diversión!

6 de septiembre 2009
El Brünnstein es un monte precioso con buena vista, pero tiene una desventaja: Está situado lejos de la próxima estación de ferrocarril. Para cortar el camino y ahorrar tiempo, subimos en teleférico a otro monte, bajamos al próximo valle, para en seguida subir de nuevo - esta vez sin teleférico sino a pie. Este sendero estaba lleno de barro, muy resbaladizo, rocoso, empinado, sucio, mojado ... con una palabra: desagradable. Con botas sucias y cansados llegamos a la cabaña Brünnsteinhaus y almorzamos. Desde la terraza de esta cabaña se tiene un panorama bonita, vimos muchos picos y cimas. Después de la pausa formamos dos grupos: Cuatro amigos subieron por el "camino normal", seis amigos por el "camino de hierro" - la vía ferrata (alem.: Klettersteig). Nosotros, "los escaladores", subimos por las rocas escarpadas con ayuda de cables de acero, de escaleras y llaves. ¡Este camino no es adecuado de ninguna manera para gente que sufre de vértigo! Nos agarramos bien y ibamos con mucha prudencia, siempre al lado del pendiente, una experiencia muy emocionante. Escalamos así unos 50 minutos y llegamos a la cima. Mirando abajo, vimos nuestros cuatro amigos que llegaban por el otro lado, por el "camino normal". Pero también ellos tuvieron que escalar los últimos metros a la cima. No tanto, no tan escarpado como en la vía ferrata, pero escalar. ¡El Brünnstein es sólo para escaladores! Reunidos, disfrutamos de la vista estupenda, con los cientos de cimas alrededor de nosotros. Valió la pena subir aquí por barro, piedras y rocas escarpadas. Bajamos juntos por el "camino normal" y tomamos un cafecito en la cabaña. Como no queríamos caminar por dicho sendero sucio y embarrado, doblamos a un camino seco y ancho, pero empinado y muy largo. Después de tres horas llegamos muy cansados pero contentos al valle del Inn y a la estación de tren.

13 de septiembre 2009
Hace muchos años el parque de animales salvajes empezó con unos ciervos y corzos. Pero ahora se ha desarroyado. Hay de todo: Diferentes especies de ciervos, corzos, muflones, lobos, castores, jabalíes, cerdos, burros, cabras, osos etc. Alimentamos y acariciamos a los animales salvajes - bueno, a los osos no, jejeje... Y vimos una representación de aves de presa volando: Diferentes halcones, ratoneros, un milano real, un buho elegante, un buitre leonardo grande y un águila pescadora gigante. ¡Qué impresión!

19 de septiembre 2009
Una amiga nos había recomendado: La subida a la cabaña Mittenwalder Hütte. Se encuentra cerca del pueblo Mittenwald. Quien piensa que eso es normal, se equivoca: Muchas cabañas llevan el nombre de una ciudad lejana, porque la construcción fue financiado por la sección de la agrupación de alpinistas "Alpenverein" de dicha ciudad. Bajamos del tren en Mittenwald, y ya desde la estación vimos nuestra meta: En la mitad de la pared oeste de la cordillera Karwendel, que parece tan empinado que no se puede inmaginar que se puede subir sin ganchos y cuerda. Pero hay unos senderos por allá, y el sendero hasta la Mittenwalder Hütte - en medio del camino hasta las cimas - es más o menos cómodo. Después de subir unos dos horas, llegamos a la cabaña. ¡Qué panorama! Se ve el valle profundo del río Isar, las montañas bosquejadas al otro lado y detrás las paredes rocosas y escarpadas de la cordillera Wetterstein, al norte el macizo Estergebirge, y en todas partes lagos preciosos. Después del almuerzo tratamos de subir a la cima Lindenkopf. La dueña de la cabaña ya nos había advertido que la senda está en mal estado. ¿Mal estado? ¡Desastroso! Estaba muy peligroso andar por esta senda al lado del precipicio, por eso desistimos de nuestro plan y volvimos a la cabaña para disfrutar otro rato de la vista preciosa. Cuando se nubló, bajamos por la misma senda al valle. En Mittenwald nos compramos un helado, ¡muy rico!

20 de septiembre 2009
La Oktoberfest no es solamente "la fiesta de la cerveza", sino tiene mucha tradición. Hay por ejemplo el desfile de los dueños de las cervecerías, con carros de caballos que transportan los barriles gigantes de cerveza. Y hay el Gran Desfile de Trajes. Este desfile tiene origen en un desfile de tiradores (alem.: Schützen) en honor a la boda del Rey Luis I y la Reina Theresa en el año 1810. Las bodas de plata (alem.: Silberhochzeit) en el año 1835 se celebraron con una fiesta y una carrera de caballos en un campo fuera de la ciudad. Esta fiesta es el origen de la Oktoberfest, ¡hace 174 años! Hoy en día la Oktoberfest es pa fiesta popular más grande del mundo, con cada año más de seis milliones de visitantes. Y el Desfile de Trajes es el desfile más grande del mundo, con unos 200 grupos en diferentes trajes y uniformes, que dicurren el casco de Múnich a pie, en caballo o en coche de caballo, y hay muchas orchestas y bandas que tocan marchando. ¡Hay que verlo! Después de haber visto todo, fuimos -¡claro!- a la Oktoberfest, donde había una muchedumbre de visitantes de todos los paises del mundo.

27 de septiembre 2009
Cuando bajamos del tren en Neuhaus, salió el sol de entre la niebla. Por un bosque denso avanzamos rápido y llegamos a la cabaña Ankelalm, de un pasto alpino. No había más vacas, solamente un ganado de ovejas. Pregunté a la ganadera (alem.: Sennerin), hasta cuando se queda aquí, y me respondió: "Hasta el martes". Sí, se acabó el verano en las montañas y los ganados de vacas y ovejas regresan al valle, a sus establos. Que suerte que la cabaña todavía estaba abierta, así pudimos comprar unas bebidas para tomarlas delante de la cabaña, en el sol, con la vista estupenda a las cimas. Después de la pausa subimos por los pastos alpinos a la cresta norte. Caminando y de vez en cuando escalando llegamos a la cima del Brecherspitz. Disfrutamos de la vista maravillosa. De repente subió la niebla del valle y nos envolvió, pero unos minutos más tarde se deshizo. Si, la primera niebla del otoño. Pasado el verano. Bajamos por la cresta oeste - cuidado, este trayecto puede provocar vertigo y hay que escalar - a la cabaña Firstalm, donde tomamos una cervecita. Bajamos cómodamente a la estación de autobús en el paso Spitzingsattel.

29 de septiembre 2009
La Oktoberfest tiene mucha tradición, se celebra desde hace 174 años. Y es tradición que la Tertulia vaya por lo menos una vez al año a la Oktoberfest, ya desde hace 14 años. Cada año visitan unos 6 milliones personas la Oktoberfest, entre ellas muchos miembros de la Tertulia. Esta tarde nos reunimos - 19 contertulios - en la entrada a la famosa Theresienwiese, el campo amplio donde están todas las atracciones y naturalmente las carpas gigantes de cerveza. Un amigo conoce bien a las camareras, así pudimos reservar dos mesas, bueno, una mesa y media, jejeje: Los que estaban en la segunda mesa no querían irse, porque cuando vieron nuestra alegría, quisieron festejar con nosotros. ¡Y cómo festejamos! Agitando las jarras gigantes de cerveza, cantamos canciones divertidos y bailamos hasta que la fiesta se terminó.

4 de octubre de 2009
El Teufelstättkopf - "el pico donde está el diablo" - es una cima rocosa en la cordillera Ammergebirge. Las rocas serradas forman un circulo, y me inmagino que nuestros antepasados (alem.: Vorfahren) creyeron que por allí bailan las brujas con los diablos por la noche.
Subimos desde Oberammergau - los chicos caminando, las chicas perezosas en telesilla, jejeje. Nos reunimos de nuevo en el paso Kolbensattel y caminamos juntos a las cabañas del Pürschling, donde hicimos una pausa, disfrutando del panorama a las montañas al sur y de la comida típica montañesa. Después subimos por un camino muy empinado y estrecho en media hora al Teufelstättkopf, atravesamos el circulo de rocas y escalamos - con ayuda de un cable de acero - los últimos metros a la cima. ¡Qué vista! Un panorama de 360°, se ve al sur cientos de cimas, entre ellas el Zugspitze, al oeste el lago Forggensee circundado por montes afilados, al norte el lago Ammersee en la llanura de Múnich, y en el este la cordillera Estergebirge y la famosa Benediktenwand.
Desde la cima vimos otra senda para bajar, que parecía dificil. Pero algunos senderistas que subieron allá, nos confirmaron que es una senda muy bonita y más o menos fácil. ¡Vamos! Bueno ... amigo, te doy un consejo: Nunca confies en lo que dice un senderista experimentado. ¡Eso te lo consejo como senderista experimentado! La senda era muy dificil y también bastante peligrosa. Primero escalamos por la cresta serrada, después bajamos por unos escalones rocosas y llegamos a una pendiente escarpada y resbaladiza. Avanzamos despacio y con mucho cuidado y superamos este reto. Aunqué fuimos con plena concentración, hicimos de vez en cuando una pausa para disfrutar del paisaje precioso: Las rocas escarpadas que se alzaban como agujas en el cielo azul, las colinas bosquejadas y las montañas grises en la lejanía. Sí, esta senda es muy bonita, pero peligrosa. Después de una hora llegamos a un pasto alpino, donde empezó un camino cómodo que nos llevo al valle. Un poquito cansados pero felices echamos una mirada hacía atras: A la roca del diablo, que ya se ve desde la estación del tren.

11 de octubre 2009
De repente se había terminado el verano: El miercoles anterior tuvimos casi 30°, pero este domingo no más de 10°. Brrrr. Mejor quedarse en la civilisación, cerca de locales calientes, jejeje.
Fuimos a Deggendorf, una ciudad antigua en el este de Baviera, en las orillas del río Danubio. No hay muchas cosas dignas de verse, por eso paseamos con tranquilidad por las calles, visitamos el ayuntamiento (la alcaldía) del Renacimiento, una iglesia gótica y una iglesia estupenda de la época del Barroco. Subimos al Geiersberg - "Monte del Buitre" - que es una colina alta bosquejada que ofrece unas pocas vistas bonitas al Danubio. Desgraciadamente estaba nublado y el cielo estaba gris. Los árboles ya llevaban follaje de otoño que seguramente hubiera relucido precioso con sol. Bueno, hay días grises en otoño, así es la vida. Cuando nos entró el hambre, bajamos de nuevo a la ciudad y almorzamos en el Ratskeller - "Bodega del Ayuntamiento", muy rico. Después dimos otro paseo por la otra parte de la ciudad, vimos un trozo de las murallas antiguas, y la fuente de la "Knödelwerferin" - "tiradora de albondigas" - que es un personaje de la leyenda de Deggendorf. Empezó a llover, por eso entramos en un café y tomamos chocolate caliente - la bebida ideal en un día gris de otoño.

14 de octubre 2009
El medico Axel no trabaja. El por qué no se sabe, Axel no lo dice. Conoce a una mujer embarazada soltera. La ayuda, y parece que nace un sentimiento, algo como amor entre los dos. Pero después del parto Axel se va. El por qué no se sabe, Axel no lo dice.
La pelicula del director argentino Santiago Losa cumple lo que promete: Se llama "Extraño" y es muy extraña.
Después del cine fuimos al restaurante Los Faroles, comida española, ¡muy rica!

18 de octubre 2009
En la Edad Media no había supermercados abiertos todos los días. Los productos de alimentación se compraban en mercados pequeños una o dos veces por semana, otras cosas - cerámica, ropa, zapatos, cubiertos - se compraban en mercados grandes que tenían lugar dos o tres veces al año. No cada ciudad tenía derecho a hacer un mercado grande, se necesitaba un permiso del conde o duque. Y "permiso" en alemán antiguo es "Dult". Por eso el mercado en el barrio Au se llama Auer Dult. Tiene lugar tres veces por año: En primavera, en verano y en otoño. En invierno hace demasiado frío - pienso yo - jejeje. Hay de todo: Antigüedades y inventos nuevos, ropa suave y ceramica dura, condimentos aromáticos y perfumes ... eh ... perfumados, jejeje. Después de haber visto de la mitad de las cosas - todo no se puede ver, es demasiado - fuimos al Wirthaus in der Au para tomar un cafecito y calentarnos. También en otoño hace de vez en cuando mucho frío.

25 de octubre 2009
Al sur de Múnich hay un castillo que es conocido por todos los ciudadanos de Múnich pero totalmente desconocido por los turistas: el Castillo de Grünwald. Construido en la Edad Media en la orilla alta del río Isar, acoge ahora a un museo pequeño. Nuestra caminata empezó en la antigua estación Isartalbahnhof - muy famosa en tiempos pasados, hoy en día una parada pequeña del tren de cercanías. Caminamos por la orilla alta del oeste, por bosques con follaje del otoño, las hojas relucían al sol espléndido con todos los colores del otoño: Amarillo, naranjo, rojo. ¡Una maravilla! De vez en cuando teníamos una vista estupenda al valle, al río y a las montañas lejanas. Después de una hora bajamos a las orillas y seguimos el Isar cuyas olas brillaban en el sol. Llegamos a la fonda Brückenwirt, donde almorzamos. Después cruzamos el Isar por un puente y subimos la colina empianada al Castillo de Grünwald. Y subimos más: Subimos al torre del castillo, desde donde tuvimos un panorama fantastico: Fuera de los moros y torres del castillo los bosques amarillos, naranjos, rojas, colores tan brillantes, tan fuertes, tan densos, que se puede uno casi emborrachar mirándolos. Visitamos también el museo - los objetos expuestos muy variados - y después regresamos caminando por la otra orilla - la orilla del este. Claro, por los bosques con colores de otoño.

31 de octubre 2009
El jueves, en la reunión, algunos amigos deseaban hacer una caminata fácil el fin de semana. Bueno, nos citamos. Poco después llegaron otros amigos que deseaban subir a las montañas ... Finalmente fuimos el sábado en el mismo tren: El grupo de los senderistas y el grupo de los montañistas.
El grupo de senderistas bajó en Gmund, y caminaba inicialmente por las orillas del lago de Tegernsee y después por el camino panorámico por bosques con follaje de otoño - ¡qué colores bonitos! - hasta que llegó al Leeberghof, un restaurante en el montecillo Leeberg con una terraza bonita con vista maravillosa al lago. El grupo de senderistas subió en una hora y media al Riederstein, un monte pequeño rocoso no muy lejos del Leeberg y disfrutó de la vista. Después de una pausa en la cabaña Galaun bajaron los montañistas al pueblo Tegernsee. También el grupo de senderistas bajó y vió una puesta de sol muy romántica. Los dos grupos se reunieron en el famoso Klosterbräustüberl - "Bodega de la cervecería del monasterio". Regresamos a Múnich con el mismo tren. ¡Un tren, dos excursiones bonitas!

7 de noviembre 2009
Si los meteorólogos hubieran prognosticado este tiempo antes, hubiésemos ido a las montañas. Pero no obstante hicimos una excursión muy bonita: Caminamos desde Possenhofen, pasamos por el Castillo de Possenhofen, donde la emperatriz Elisabeth de Austria - llamada Sissi - pasó su juventud y seguimos las orillas del lago de Starnberg, siempre con vista al lago ancho y a las montañas lejanas. En un embarcadero - ahora en invierno los barcos no circulan - disfrutamos del sol y de la vista estupenda a las montañas nevadas sobre las olas brillantes. Los árboles todavía llevaban follaje de otoño, pero en los caminos ya había muchas hojas secas que crujían bajo los zapatos. A mi me encantan las caminatas en otoño. Llegamos a Tutzing, donde tomamos un cafecito en las orillas del lago brillante.

11 de noviembre 2009
De vez en cuando vamos a cenar, con preferencia en locales españoles o latinoamericanos. Este año ya hemos visitado el "Beach 38°" (con posibilidad de jugar al beachvoley), el "Caramba Bar" (buena comida latina y cócteles), "Los Faroles" (buena comida española), y "La Barra" (pequeña pero el dueño muy amable).
Esta vez queríamos probar un nuevo restaurante latino que hemos encontrado en el internet. Pero cuando llegamos - los primeros - nos dimos cuenta que era una falsa información: Es un bar de fumadores. No fumamos, nos fuimos. En las cercanías encontramos el restaurante "El Español" y entramos. Que suerte que muchos de los amigos que quisieron venir se habían citado, así pudimos llamarles por móvil (celular) y "desviarles" al este local. Funcionó bien, al final llegaron en total 15 amigos y cenamos juntos. Solamente una amiga - que no se había citado - no nos encontró.
"El Español" ofrece tapas, entremesas y platos principales típicos españoles, además cocteles y buen vino. Estuvimos muy contentos.

14 de noviembre 2009
Este año ya hemos visto un concierto del Munich Swing Orchestra - donde toca nuestro amigo Allan el piano. En aquel día el Munich Swing Orchestra fue acompañado por la cantante Nina Simone, esta vez por las "Funny Valentines", cuatro chicas guanpas con voces encantantes. Delante de la escena muchas parejas bailaban Swing, Boogie, Foxtrott y no sé que más. También algunos de los 12 contertulios bailaban - pero no Swing o Boogie, sino en "estilo libre", jejeje. Nos divertimos mucho con la música alegre del Munich Swing Orchestra y las Funny Valentines.

15 de noviembre 2009
¿Meteorólogos? ¡Mentirólogos! - Ya sé que me repito, pero los meteorólogos también volvieron a equivocarse. Fuimos tal como planeado a las montañas, pero el sol prometido no salió de entre las nubes. Cambiamos de planes y subimos a un monte menos alto: El Schliersberg. Por un sendero con un panorama estupenda al lago Schliersee y a las montañas nevadas subimos rápido al restaurante Schliersbergalm, un destino para familias con niños: Hay un teleférico para subir, un tobogán (luge de verano) para bajar, un trampolín y un parque infantil. Allí almorzamos - en el restaurante, no en el parque infantil, jejeje. Después seguimos las señales que indicaban el camino a la cima del Schliersberg. De repente no había más señales. Mejor dicho: Había un monton de señales que indicaban en todas las direcciones, pero en ninguno estaba escrito "Schliersberg". Pero un señal indicaba al "Rohnberg". Qué suerte que había leido una vez que Rohnberg es otro nombre para el Schliersberg. Qué tontería escribir en las señales de abajo un nombre, en las de arriba el otro. Pero así tengo un buen título para este reportaje: El monte que cambia su nombre. Seguimos los señales al Rohnberg y llegamos a la cima bosquejada: No hay vista, no hay panorama. Pero un poquíto más abajo vimos a través de los árboles en la lejanía el Chiemsee, el lago más grande de Baviera. Y al sur, entre los montes Wendelstein y Traiten, vimos un pedazo de la cordillera Wilder Kaiser con la cima más alta Ellmauer Halt, cubierta de nieve, una vista muy bonita. Por otro camino bajamos, a través de los bosques, respirando el aire puro. Llegamos de nuevo al Schliersbergalm y caminamos en zigzag al valle.

28 de noviembre 2009
Había leido del "Schwimmender Christkindlmarkt" - "mercado navideño flotante" - y pensado que puede ser un destino muy romántico para una excursión.
Vilshofen se encuentra en las orillas del río Danubio, lejos de Múnich, a dos horas en tren. La ciudad pequeña es muy pintoresca, con la iglesia gótica, las casas coloridas, la puerta antigua y los restos que quedaron de la muralla medieval. Después der visitar la ciudad y una exposición de belenes de diferentes paises - también había un belén de Perú - bajamos a las orillas del Danubio, donde está el mercado navideño: En parte en la orilla, en parte al bordo de un barco grande. En el barco hay tiendas donde se venden cosas muy bonitas - joyería, objetos artesanales, adornos navideños - pero también muy caras. Más barato las ofertas en las tiendas en la orilla. Allá había tambien hogueras grandes y nos calentamos allá, tomando vino caliente con especies. Una experiencia muy romántica: Las hogueras, los árboles de Navidad, todas las luces, las olas del río que reflejaban las luces, en la oscuridad de la noche. ¡Hay que vivirlo!

5 de diciembre 2009
Salzburgo merece un viaje, en cualquier estación: En primavera cuando florecen los almendros, en verano cuando refrescan las innumerables fuentes, en otoño cuando los bosques del Mönchsberg detrás de la catedral barroca llevan follaje de otoño. Y naturalmente en invierno cuando abundantes luces iluminan esta ciudad preciosa.
Una amiga tuvo la idea que nos disfracemos como renos (alem.: Rentier), compramos las máscaras con cuernos rojos en la estacíon en Múnich, en seguida nos las pusimos, ¡qué guay! En Salzburgo hicimos furor, en cada esquina chicas gritaban de alegría y mucha gente se reía y nos preguntaba: "¿Dónde lo habeis comprado?" - Así visitamos la ciudad, almorzamos, y cuando oscureció, fuimos al mercado navideño, muy romántico con todas las luces, con los árboles de Navidad, y con música navideña en directo - un coro cantó villancicos delante de la catedral y una banda de trombones tocó en un balcón de la residencia.
A las siete fuimos a la famosa calle Getreidegasse, porque allá vino Santa Claus, acompañado por el Krampus ... ¡no!, por un grupo de Krampuses, demonios feos que castigan a los niños malos. Parece que una amiga había pecado este año, porque un demonio la pegó con su cola de diablo, jejeje. Para recuperarnos del susto tomamos una copita de ponche de vino (alem.: Punsch) caliente.

12 de diciembre 2009
Más de 60 amigos acudieron para asistir en nuestra Fiesta de Navidad tradicional. Como todos los años empezamos con una cena. Y - ¡claro! - charlamos y nos contamos muchas cosas, como a muchos amigos no hemos visto desde hace meses. Después llegó Santa Claus, bueno, fui yo, disfrazado con barba, mitra y abrigo de purpura, jejeje. Abrí el saco y distribuí los regalitos. Sí, este año tuvimos regalitos. Porque hicimos "Wichteln", en España se llama "el amigo invisible". Y funciona así: Cada uno que quiere recibir un regalito, entrega un regalito empaquetado en papel de regalo. Lo pone en el saco de Santa Claus. Después se hace una tómbola y se distribuyen los regalitos entre los que habían entregado uno. ¡Nos divertimos mucho! El año que viene vamos a repetirlo. Después de la tómbola cantamos "Noche de paz", y para concluir esta fiesta bonita, pusimos música y bailamos hasta pasada la medianoche.

©2009 Fotos por Jutta*, Norbert**, Karel*** y Klaus