Informe anual 2006

Las 21 actividades que hemos hecho desde enero hasta junio, se describen en la página fotos 2006 a. Las actividades que hemos hecho a partir de julio, se describen aquí:

2 de julio 2006
Me faltan palabras para describir la hermosura de este paisaje. ¡Hay que ver las fotos!
Subimos desde Ehrwald en teleférico, así empezamos con la caminata ya en una altura de 1500 metros, en un paisaje alpino hermoso. Caminamos por sendas más o menos cómodas con vistas impresionantes al Zugspitze, que se alza al otro lado del valle. Después de unos dos horas llegamos al lago Seebensee, cuyas aguas turquesas contrastaban con las rocas grises del monte Sonnenspitze. Subimos por un pendiente muy empinado (Cuidado: Este trayecto se recomienda sólo para personas que saben bien hacer senderismo por las montañas) a la cabaña Coburger Hütte. Al lado de la cabaña está el Drachensee, el "Lago del Dragón", un lago mágico de color verde oscuro, circundado por paredes rocosas casi perpendiculares que parecen el cráter de un volcán.
Después de la pausa bajamos otra vez al Seebensee, y dos amigos se atrevieron a bañarse... Estimo que el agua sólo tenía unos 8°C, ¡Qué frío! Los demás disfrutaron del panorama: Las montañas y el lago que reflejaba la imagen de las montañas. Sí, es la combinación perfecta: lagos y montañas.

9 de julio 2006
Wasserburg fue una de las tres ciudades más ricas de Baviera - en la Edad Media. Hoy en día es una ciudad tranquila que conserva los restos de un castillo y varias casas, iglesias y fachadas góticas bonitas. Está situada en un meandro del río Inn.
Llegamos a mediodía en tren y autobús, atravesamos el casco historico con un desvío al castillo, y salimos de la ciudad por la puerta famosa que protegía en tiempos pasados el puente sobre el río. Hoy en día se puede pasar sin contraseña. Al otro lado del río subimos a la Schöne Aussicht ("buena vista"), un mirador estupendo con panorama sobre toda la ciudad. ¡Muy recomendable! Vimos un cartel indicando un "camino panorámico" y otro "puente". Decidimos dar un paseo por este camino panorámico. ¿Panorámico? ¡Mentira! Sólo teníamos una vista a los árboles grandes que tapaban el panorama de la ciudad. Y en el bosque nos atacaron mosquitos y tábanos y otras bichos que chupan sangre... El puente estaba muy lejos, y así nuestro paseo llegó a ser una caminata, una caminata inesperada. Cruzamos el río y bajamos a la otra orilla. Aquí empezó un camino bonito que nos llevó de nuevo a Wasserburg. Teníamos hambre y sed, y nos sentamos en la terraza de un local directamente a las orillas del Inn. Comimos y charlamos y tomamos un cafecito y charlamos y charlamos. Pasaban las horas y de repente nos dimos cuenta que es ya la hora del regreso: Como unos amigos querían ver el partido final de la copa mundial de fútbol en la tele, nos dímos prisa y regresamos a Múnich.

15 de julio 2006
La Gran Parrillada es una fiesta para encontrarse con todos los amigos y amigas de la Tertulia, también con los que no tienen tiempo para participar en las reuniones del jueves, o los que no han venido desde hace mucho tiempo. En los años pasados acudieron siempre unos 60, 70 o incluso más de 80 contertulios. Este año sólo 40. No sé por que, pues hacía un tiempo superbueno para hacer una parrillada: Sol y viento fresco. Y el sitio era ideal: Mucho espacio en el sol y en la sombra, prados para jugar al voley y un lago para bañarnos. En las parrillas portatiles que habíamos llevado asamos salchichas, carne, pescados, calamares y diferentes verduras. ¡Qué banquete!

13 de agosto 2006
Parecía que se había terminado el verano. Nubes grises, temperturas máximas de unos 12°C y lluvia, este tiempo no conviene para caminatas a las montañas o para bañarse en un lago. Conviene sólo para visitas a otras ciudades. Y otra vez teníamos suerte: Mientras en Múnich había chubascos, en Altötting hacía sol.
Altötting se fundó alrededor del 700 d.C., aunque hay huellas prehistóricas que indican un poblamiento ¡ya alrededor del 900 a.C.! En el 748 d.C. fue nombrado capital de Baviera, y en el año 788 ya capital del imperio de los Carolingos - ¡Altötting fue la capital de media Europa! Después del año 1000 perdió su importancia.
En el año 1489 ocurrió el primer milagro, que la gente atribuyó a la Virgen Negra de Altötting. Unos años y unos milagros más tarde empezó la peregrinación. Como con los años llegaron más y más peregrinos, se construieron una iglesia después de otra, cada vez más grande, hasta que Altötting llegó a tener siete iglesias de diferentes siglos y estilos. Hoy en día llegan cada año hasta 900.00 peregrinos a Altötting. ¿Nos han tenido en cuenta?

20 de agosto 2006
¿Qué es un sinónimo de "Edad Media"? ¡Rothenburg! Esta ciudad es conocida en todo el mundo y acuden turistas desde lejos, entre ellos muchos norteamericanos y japoneses, para sentirse unas horas como si estuvieran en la Edad Media. Como Rothenburg está situada muy lejos de Múnich - tres horas y media en tren - no habíamos ido allá hasta este día. Pero por fin nos armamos de valor - que pueden los japoneses, pueden los contertulios también, ¿no? Nos llevantamos muy temprano - ¡qué horror! - y fuimos.
Caminado desde la estación del tren, llegamos a la puerta fortificada Rödertor y subimos a la muralla. Se puede caminar por encima de la muralla antigua, con vistas bonitas a la ciudad. Después de un kilometro, bajamos a la puerta Klingentor, atravesamos la ciudad con sus casas pintorescas y llegamos al jardín Burggarten, donde había en tiempos pasados un castillo de los Staufer, y desde donde se tiene una vista panorámica a la parte sur de la ciudad con las murallas, torres, puertas y tejados. En un local comimos especialidades típicas de la región y después seguimos visitando la ciudad: la muralla y las fortificaciones al sur, la Casa de los Judíos, la Plaza del Mercado con el ayuntamiento y la torre Markusturm: ¡Muy romántico!
Sí, Rothenburg vale un viaje largo. Y merece la pena levantarse temprano. Tantos japoneses no pueden equivocarse, ¿no?

27 de agosto 2006
Otro fin de semana poco veraniego, no obstante salimos. Fuimos en tren a Tegernsee, seguimos caminando por las orillas del lago hasta Rottach, donde salía el autobús gratis al recinto de fiestas que está situado a una distancia de unos 7 kilómetros del pueblo en un valle bosquejado. El Rottacher Roßtag es famoso, por lo menos entre los aficionados a los caballos, y participan personas y grupos de diferentes regiones y paises con sus caballos y sus coches de caballos. Empiezan en la mañana con un desfile desde el pueblo al recinto de fiestas, después hay una exhibición de diferentes coches de caballos, unos tirados por un caballo, otros tirados por dos caballos, o cuatro caballos, o seis caballos, ¡hasta incluso ocho caballos! Y más caballos, más difícil que conducir y más interesante que ver. Para que nadie se muriera de hambre había muchas tiendas con todas las especialidades de la región y también con los platos que hay en todos los acontecimientos en todo el mundo: salchichas y papas fritas. Nosotros comimos pescados ahumados - ¡qué rico! Por la tarde un grupo de jinetes de Südtirol (Italia) hicieron una representación emocionante. Realizaron exercicios que hacían los caballeros medievales: lanzaron lanzas a pleno galope o hicieron un eslalom a caballo más rápido que pudieron. Estaba tan interesante que casi no nos dimos cuenta de los dos chubascos, que nos cayeron encima. Concluimos este día bonita con un cafecito en Tegernsee.

10 de septiembre 2006
Por fín un domingo soleado. Las temperaturas eran un poquito otoñales, pero eso es ideal para ir a las montañas. Fuimos en tren a Mittenwald y subimos al Ederkanzel. Eso no es un monte, es un mirador encima de tres valles: Isartal, Leutaschtal y Ferchenbachtal. Hay un panorama estupendo sobre los valles y a las cordilleras altas: la Karwendel al este, la Wetterstein al oeste. En el Ederkanzel hay un restaurante, nos sentamos en la terraza y disfrutamos de la vista, del sol y de la cerveza fresca.

16 de septiembre 2006
Pasé Toda la semana en el trabajo en una oficina oscura, fuera hacía sol. Y puntualmente el viernes por la tarde empezó a llover. Teníamos poca esperanza de poder ir a las montañas. Pero el sabado por la mañana paró la lluvia y salió el sol de entre las nubes. ¡Qué suerte!
Salimos en tren a Kufstein y tomamos un taxi para acercarnos al monte que está un poquito lejos de la estación. Subimos por un camino tranquilo por un bosque hasta que este camino se unió con otro más frecuentado por senderistas. Seguimos subiendo por esta senda muy empinada y rocosa. Después de más de dos horas llegamos a la cima. Desgraciadamente en este momento se nubló. ¡Qué pena! Sí, teníamos una vista estupenda al valle del río Inn, a las montañas cercanas como el Wilder Kaiser, a las montañas lejanas nevadas como el Großvenediger y el Großglockner, pero sólo en colores grises. Seguramente hubiera sido más bonito con sol. ¡Qué pena!
Pocos metros bajo la cima hay una cabaña con una terraza bonita, con vista a las montañas y a la ciudad de Kufstein abajo. Allí comimos y disfrutamos del panorama. Bajamos por otro camino más largo, pero menos empinado, hacía el sur. El cielo se oscureció más y más, pero no llovió. ¡Qué suerte!
Regresamos a Kufstein y cenamos en el famoso restaurante Auracher Löchl, que ya conocemos bien de nuestras excursiones al Castillo de Kufstein y la subida al Wilder Kaiser.

28 de septiembre 2006
La Oktoberfest es la fiesta popular más grande del mundo, y de todas partes del mundo acude la gente para asistir, ¡cada año más de 6 millones! Vienen muchos italianos, también muchos españoles, también latinoamericanos aunque para ellos está muy lejos. ¡Es impresendible que participe la Tertulia! Fuimos a esta fiesta gigante, nos sentamos en una de estas carpas gigantes, tomamos cerveza de estas jarras gigantes, y nos divertimos gigantemente. ¡Salud!

1 de octubre 2006
Habíamos planeado hacer una caminata al monte Bodenschneid. En la estación de Múnich encontramos por casualidad nuestros amigos del GEA - German English Association (una reunión de anglohablantes) que habían planeado subir a la Bodenschneid. ¡Qué casualidad! El mismo día, el mismo destino, el mismo lugar y la misma hora del encuentro. Pero ellos, la GEA, cambiaron de planes todavía en Múnich, por los nubes grises y los malos pronósticos meteorológicos decidieron hacer una caminata fácil y fueron a otro parte.
Nosotros decidimos ir y esperar. Pero cuando bajamos del tren en Neuhaus, empezó a llover. Ahora también nosotros cambiamos de planes. Fuimos al Museo de Granjas en Neuhaus, fundó hace pocos años por Markus Wasmeier, un esquiador famoso. Visitamos las tres granjas antiguas que muestran como se ha vivido y trabajado en tiempos pasados. Hay colecciones de herramientas antiguas, muebles viejos y ropa típica, todo en buen estado. Muy interesante.
Cuando salimos del museo, había salido el sol. Otra vez cambiamos planes y subimos a las ruinas del castillo medieval Hohenwaldeck, a donde ya subimos una vez en el año 2003. Desde arriba tuvimos una vista bonita sobre el lago Schliersee y las montañas, entre ellas también el monte Bodenschneid. El tiempo se había mejorado bastante, que hubiera sido posible subir allá. ¡Bueno, la próxima vez!
Bajamos al pueblo y nos sentamos en la cervecería directamente a las orillas del lago y disfrutamos del sol. Hicimos el conocimiento de un hombre muy chismoso, un sabelotodo. Sabía antes que el tiempo va a ser mejor que pronosticado, sabía que el Museo de Granjas es una tontería, sabía que nuestra comida que pedimos no es buena, sabía de todo y mucho más. Nos divertimos mucho escuchandole. Cuando el se fué, regresamos al tren. En Múnich llovía.

8 de octubre 2006
Sol y aire puro sin bruma. ¡A las montañas! Habíamos decidido de subir al Bodenschneid, desde donde se tiene seguramente una buena vista.
Fuimos en tren a Neuhaus, subimos por bosques por un camino que era de vez en cuando empinado, pero muy bueno. Ya después de dos horas llegamos a la cabaña, pero antes del almuerzo queríamos subir a la cima. ¡Lo primero de todo es el trabajo! (alem.: Erst die Arbeit, dann das Vergnügen!). Detrás de la cabaña empezó una senda estrecha. Llegamos a una bifurcación, donde se puede doblar a la cima por una senda en la que se tiene que escalar. Dos amigos querían subir allí, los 12 demás, seguimos caminando por la senda que está marcada en el mapa como buen camino. Pero nos dimos cuenta que no es verdad: Lleno de barro, piedras mojadas, resbaladizo, estrecho, cerca del precipicio y entonces muy peligroso. Cuatro amigos volvieron a la cabaña para esperarnos allí. Los ocho restantes, seguimos caminando prudentemente. Pasaban los minutos, y cuando por fin llegamos al final de este trayecto - los pantalones y botas ensuciados por el barro - había pasado una hora. Faltaba todavía una hora hasta la cima, dos horas para regresar ... ¡demasiado! Decidimos de regresar por otro camino a donde los amigos de la cabaña, llamamos por móvil a los dos amigos en la cima que no nos esperen y también regresen. Bajamos al valle y caminamos por un camino también muy mojado, pero menos peligroso. Cuando vimos la cabaña, dejamos el camino y subimos sin camino a través de un bosque por una cuesta muy empinada, ¡qué esfuerzo!
Reunido de nuevo bajamos a Neuhaus, donde cenamos y nos contamos nuestras aventuras que habíamos vivido separados en tres grupos.

15 de octubre 2006
En los llanos había niebla, pero en las montañas hacía un buen sol radiante. Fuimos en tren a Fischbachau y tuvimos que caminar media hora para llegar a la falda del monte. La subida duró tres horas. Pero no sentimos los esfuerzos, no nos cansamos, porque el paisaje era tan hermoso: los bosques dorados con follaje de otoño, los prados verdes y las rocas blancas, la niebla en la llanura que parecía un lago, y finalmente las montañas al sur, una cadena detrás de otra, verde, azul, y al fondo la cadena blanca de los montes altos nevados. En la cima tomamos el sol, merendamos y disfrutamos del panorama estupendo. ¡Qué día maravilloso!

22 de octubre 2006
En el suroeste de Múnich hay un paisaje que se llama "el país de los cinco lagos". Con esta excursión tocamos cuatro de los cinco lagos.
Empezamos con el lago más pequeño: El lago de Weßling. Paseamos por sus orillas y atravesamos bosques dorados con follaje otoñal, de los árboles caían suavemente las hojas amarillas y rojas. Subimos a unas colinas desde donde se podían ver las siluetas azules de las montañas en el horizonte. Llegamos al lago Wörthsee, cuyas aguas estaban tan lisas como un espejo, y seguimos sus orillas hacia el sur. En el jardín del restaurante "Rincón del Paraiso" almorzamos, sí, casi estabamos en el paraiso. Casí. La comida no estaba mal, pero espero que en el paraiso esté mejor. Después subimos a una colina, desde donde vimos algunos globos flotando por el bonito paisaje. Bajamos al lago Pilsensee, hicimos otra pausa en las orillas y seguimos caminando hasta que después de 20 kilómetros (en total) llegamos a las orillas del cuarto lago: el Ammersee. Allá nos esperaba el punto culminante de esta caminata otoñal: El sol se puso en el lago, el cielo y las aguas se tiñeron de colores naranjas, rojos y dorados. Y nosotros estabamos sentados directamente a las orillas hasta que cayó la noche.

29 de octubre 2006
Los meteorólogos habían pronosticado el jueves anterior para este domingo sol y nubes, y nos habíamos citado para una caminata. Pero el domingo llovía ya por la mañana, y yo pensaba que nadie iba a estar en el lugar de encuentro. ¡Me equivoqué! Me esperaban dos españoles y una alemana. Y todos querían caminar, ¿al museo? - ¡no!
Decidimos caminar por el "Altherrenweg", este camino se puede hacer con cualquier tiempo, con sol, lluvia y también nieve, sólo cuando hay hielo, se tiene que andar con mucho ojo.
Cuando bajamos del tren en Unterammergau, oimos el sonido de cascos de caballos y música. ¡Una cabalgata! Nos acercamos y miramos y escuchamos la música. Después subimos a las colinas, donde empieza el Altherrenweg, y aunque había nubes y niebla, y llovía todo el tiempo, tuvimos unas vistas bonitas del valle y de las montañas cercanas. Llegamos a la fonda "Romanshöhe" donde almorzamos. Después bajamos a Oberammergau, un pueblo que es famoso por sus casas pintadas con escenas religiosas o laborales, o con escenas de los cuentos de hadas. Visitamos unas de estas casas, entre ellas la "Casa de Pilatus". Después de haber tomado un cafecito, regresamos a Múnich. Tuvimos otra prueba, que se puede uno divertir con cualquier tiempo.

5 de noviembre 2006
Había llegado el invierno, y las montañas estaban nevadas. Tuvimos frío en el camino a la Leonhardifahrt, una pregrinación en caballo y en coches de caballo.
El año pasado fuimos a la Leonhardifahrt de Bad Tölz, la más famosa. Este año queríamos ver la del pueblo Benediktbeuern, es la segunda más grande, en vista de la cantidad de los coches de caballo. Los coches estaban adornados estupendamente, y los pasajeros y los jinetes, y también muchos visitantes llevaban los trajes típicos de la región. Esta cabalgata es digno que ver para todos que se interesan de la cultura bávara y también a los que les gusta ver cosas bellas. Cuando el desfile de los caballos y coches había pasado, visitamos el famoso monasterio de Benediktbeuern con la iglesia. Como no encontramos sitio en los locales del pueblo, fuimos a Kochel, donde almorzamos bien. Por la tarde dimos un paseo por las orillas del lago de Kochel, cuyas aguas tranquilas reflejaban las montañas nevadas.

12 de noviembre 2006
Los meteorólogos habían pronosticado lluvia. ¡Jajajajaja! Hacía sol, pero un viento frío. Fuimos una hora en tren y caminamos media hora para llegar al casco histórico - la estación de Landshut está un poquito lejos. Me asombra que la gente medieval costruyera la ciudad tan lejos del ferrocarril... ¡una broma!
El duque Luis "el Kehlheimer" fundó en el año 1204 la ciudad de Landshut y mandó construir un castillo encima de una colina empinada. "Landshut" significa "Guardia del País". El mayor parte del castillo es de estilo románico, otras partes se han cambiado al estilo del Renacimiento. Aunqué un incendio destruyó mucho del interior, hay muebles, alfombras, cuadros y - lo más bello - paredes pintadas con escenas de la "comedia del arte". ¡Hay que verlo!
Después de la visita guiada al castillo, bajamos a la ciudad y almorzamos en un restaurante en una casa medieval - los muros, la bóveda, las puertas, todo medieval. Tomamos "Cerveza de la Boda" - Landshut se hizo famoso por la "Landshuter Hochzeit", la boda del duque Jorge "el rico" con la princesa Jadwiga de Polonia, en el año 1475, que se celebró con una fiesta gigante: una semana entera festejaron los ciudadanos de Landshut juntos con los nobles de toda Europa - ¡y el duque pagó todo! Hoy en día pagamos nosotros las fiestas de los politicos...

18 de noviembre 2006
Cerca de Benediktbeuern hay un viejo molino, y a su lado una cabaña, donde el Zentrum für Kultur und Natur (Centro de Cultura y Naturaleza) ofrece la posibilidad de observar aves que viven en esta reserva natural. Escondido en la cabaña, se puede observar las aves a través de ventanas chiquitas, para que no se asusten.

Vimos muchos diferentes pájaros: carboneros (alemán: Kohlmeisen), herrerillos (Blaumeisen), un petirrojo (Rotkehlchen), jilgueros (Distelfinken), mirlos (Amseln), gorriones (Spatzen), un trepador azul (Kleiber), muchos verderones serranos (Goldammern, no confundir con verderones comunes = Grünfinken) y al final un pájaro carpintero pequeño (Kleinspecht).
Después de tanto estar quietos nos entraban ganas de movernos, de caminar, y dimos un paseo extenso por el pantano Kochelseemoos y por las orillas del río Loisach. La hierba tenían colores de otoño: amarillo, naranjo, marrón, y las cimas de las montañas azules estaban cubiertas de nubes grises, y en la luz débil relucían los troncos blancos de los abedules. Aunque el tiempo no era bueno, el paseo nos gustó mucho. Y vimos más pájaros: un mosquitero (Zaunkönig), un pinzón (Buchfink) y mucho muchos cuervos (Raben).

19 de noviembre 2006
En Alemania hay que aprovechar de cada rayo del sol, más en otoño e invierno. Un día espléndido, fuimos al lago de Starnberg. Hace tres semanas hicimos una caminata a los lagos Weßlinger See, Wörthsee, Pilsensee, y Ammersee, sólo faltaba el quinto lago del "País de los Cinco Lagos": el Starnberger See.
Caminamos por la orilla del este, la orilla más soleada. El lago de plata, la luz del sol dorada, los inumerables cisnes blancos elegantes y en el horizonte las montañas azules, tuvimos vistas muy bonitas. Algunos árboles tenían todavía follaje verde, otros follaje otoñal, amarillo, rojo, naranjo, marrón claro, tantas colores que no podíamos creer que ya es noviembre. Caminamos hasta el lugar, donde se ahogó en el lago el Rey Luis II de Baviera, el rey que construyó los famosos castillos Neuschwanstein, Linderhof y Herrenchiemsee. Regresamos por el mismo camino, vimos una puesta de sol romántica - algunos amigos dijieron "cursi" - y cuando llegamos de nuevo al pueblo Starnberg, ya había caído la noche, pero el horizonte todavía ardía rojo. ¡Qué bonito día de noviembre!

26 de noviembre 2006
¡Qué maravilla! Mucho sol y unos 15°C, ¡en noviembre! ¡A las montañas!
Como en Alemania en noviembre el sol se pone muy temprano, elegimos una subida corta y fácil: Ya después de una hora y media llegamos a San Martín, que no es una iglesia, tampoco una cima, sino una fonda en medio camino al monte Kramer. La fonda estaba repleta, llena de otros senderistas, pero como lo pronostiqué antes, habíamos traido meriendas y bebidas. Nos tumbamos en el cesped delante de la cabaña, merendamos y gozamos el panorama de las montañas al sur, ya cubiertas de un poquito de nieve. El sol calentaba y nos sentíamos más en verano que en noviembre. Tardamos en bajar, ¡hay que aprovechar de cada rayo del sol! Cuando llegamos de nuevo abajo en el pueblo, ya se había puesto el sol detrás de las montañas: ¡a las 4 horas y pico de la tarde! Sí, aunque el tiempo esté muy veraniego, el día es corto en noviembre.

3 de diciembre 2006
Habíamos leido y oido mucho sobre el mercado en la Fraueninsel: que es bonito y muy romántico. ¡Vamos, compañeros!
La Fraueninsel - "Isla de Mujeres", así llamado por un antiguo monasterio de monjas - es una isla pequeña que se encuentra en el Chiemsee, el lago más grande de Baviera. La isla está habitada por unos pescadores y visitada por millones de turistas. Cuando llegamos al embarcadero de Prien para atravesar el lago, ya había una fila larga, tuvimos que hacer cola. Eso no era una sorpresa, porque el tiempo era superbueno: sol, sol, tres veces sol. La ida en el gran barco era una maravilla: el agua del lago lisa como seda, el cielo como terciopelo, y los bosques y montañas en la bruma como damasco, todo azul.
Llegamos en la isla y dimos un paseo por las orillas paseando por las casetas donde vendían cosas como adorno de Navidad, pan de especias, galletas de canela, velas hechas a mano, y juguetes. Pero aunque cantaron villancicos alemanes, no nos entraban sentimientos navideños, porque el sol y las temperaturas se parecían más a la primavera. Parece que para visitar un mercado navideño se necesita nieve...
Nos quedamos en la isla hasta que cayó la noche, y cuando regresamos en barco a tierra firme ya estaba oscurísimo. Qué romántico: el barco flotaba por el agua negra, y sólo pocas luces en las orillas interrumpían la oscuridad.

9 de diciembre 2006
Oímos tambores. Se acercaban. Y de repente estabamos rodeados por demonios peludos con cuernos y dientes afilados que gritaban y rugían. Pero no nos asustamos. Ya es el tercer año en que participamos en el Perchtenlauf, una tradición antigua de los Alpes bávaros y austriacos, que tiene sus raices en la mitología de los Germanos y Celtas. Los Perchten, vestidos con pieles peludas y disfrazados con máscaras horribles, corren por las calles del pueblo Kirchseeon, tocan en cada puerta, y cuando se abren, cantan y bailan. ¡Qué espectáculo!
Otra vez corriendo con los demónios
17 de diciembre 2006
Unos amigos, que no pudieron participar el 9 de diciembre, me rogaron que hicieramos otra visita a los demónios. ¡Vamos! Y tuvimos suerte: Esta vez no nevaba y corrieron muchos más demónios, unos 40 diferentes máscaras. Cuando oscureció, encendieron antorchas y sigieron corriendo, bailando y cantando, el la oscuridad, ¡qué escalofriante espectáculo!

10 de diciembre 2006
Hace unos años hay también un Krampuslauf en Múnich, así no hay que ir lejos. El Krampus es uno de los Perchten que fue domesticado por Santa Claus, y tiene que ayudarle castigando a los niños malos. Para los visitantes hay unas diferencias entre Perchtenlauf y Krampuslauf: En el Krampuslauf hay menos máscaras diferentes, los Krampuses no bailan y no cantan, sólo hacen ruido y asustan a la gente. ¡No obstante, hay que verlo!
Después del Krampuslauf dimos un paseo por dos mercados navideños: el famoso grande en Marienplatz y el "mercado medieval".

16 de diciembre 2006
La fiesta de Navidad es tradición: Ya el 14° año la Tertulia celebra esta fiesta, a la que invitamos a todos los participantes de los años pasados. Este año acudieron unos 65 amigos. Cenamos, charlamos, reimos y después de la cena bailamos, y finalmente tocamos música - cuatro guitarristas y un saxofonista - y cantamos villancicos famosos: 'Besame mucho', 'Moliendo café', 'Cuando calienta el sol', 'La cucaracha', 'María Elena' y muchas canciones más, hasta que cerró el local a la una de la madrugada.

©2006 Fotos por Jutta(*) y Klaus