Informe anual 2006
Ya en enero hemos cambiado otra vez el local: Ahora nos reunimos en el "Wirtshaus in Sendling"
y esperamos que tenemos aquí un sitio para mucho tiempo.
Este año hemos hecho hasta ahora unas excursiones bonitas, que se describen aquí:
Caminata por la nieve: Kramerplateauweg
8 de enero 2006
¡Qué maravilla! Cuando salimos de Múnich, había nubes grises y niebla. Durante todo el viaje
nubes y niebla, casi perdimos el optimismo. Pero cuando el tren entró en el valle de Garmisch,
la nieve relucía a la luz del sol que brillaba desde el cielo azul. Sí, es un fenómeno del
clima de Baviera en invierno: en la llanura nubes y niebla, en las montañas sol.
Atravesamos el pueblo en dirección al monte Kramer, cubierto de nieve y con una cima rocosa.
Llegamos a sus faldas y subimos unos 200 metros, hasta que encontramos el Kramerplateauweg,
un camino que transcurre por unos kilómetros sobre el valle sin gran cambio de nivel, muy
comodo. Además esta bien preparado en invierno, así que se puede hacer una caminata aunque
haya mucha nieve. ¡Y había mucha nieve! A ambos lados del camino unos 100 centímetros, en
las ramas de los árboles y arriba en el tejado de una capilla pequeña, desde donde tuvimos
una vista estupenda sobre el valle nedado con el pueblo de tejados nevados y las montañas
altas nevadas al otro lado, un paisaje blanco blanco, un paisaje hermoso. Seguimos caminando
y tuvimos más vistas bonitas, por ejemplo al monte Wank (donde habíamos subido en el año 2003),
sobre cuya cima se veía la luna pálida en el cielo azul. Caminamos hasta que llegamos a las
ruinas del castillo medieval Werdenfels, que dio nombre a toda la región. Después de visitar
las ruinas tomamos un cafecito en una cabaña cercana, y bajamos por otro camino al valle.
Seguimos la carretera hasta Garmisch, donde cenamos en el restaurante "Zum Wildschütz"
("El cazador furtivo"), ¡muy recomendable!
Caminata por la nieve: Pantano de Murnau
12 de febrero 2006
En verano el Pantano de Murnau es un Eldorado para los ornitólogos apasionados, gente a la
que le gusta observar las aves. Y en verano es también un Eldorado para los mosquitos.
Es posible caminar en invierno, cuando el suelo está congelado y duro. Y muy recomendable,
porque no hay mosquitos.
Hay diferentes caminos a través del pantano. Nosotros fuimos en tren a Grafenaschau y caminamos
al borde norte del pantano, siempre con vistas largas y amplias a la cadena de montañas
nevadas al sur. Caminamos por la nieve, sólo pocas huellas indicaban el camino. Aunque el
aire estaba frío, el sol calentaba mucho, así que la nieve ya empezaba a deterrirse.
Después de unas dos horas caminando por este paisaje blanco lleno de luz cegante llegamos
a una fonda, donde almorzamos. Después subimos al pueblo Murnau, donde visitamos la Münterhaus,
la casa donde vivió la famosa pintora Gabriele Münter junto a su amante Vassily Kandinsky,
el pintor famoso ruso. Aunque exponen pocos cuadros en esta casa, es muy interesante, porque
hay muebles pintados por Kandinsky y Münter, y en las paredes hay frescos y adornos también
hechos por esta "pareja de arte moderno". Una casa chiquita de varios colores - en el
interno y el externo. ¡Hay que verla!
En el centro del pueblo de Murnau vimos una representación de un "Schäfflertanz"
("Baile de los Toneleros"), una tradición de la Edad Media, cuando después de una
epidemia de la peste los toneleros eran los primeros en salir a la calle y daban ánimo
a los ciudadanos con un baile alegre.
Después de tomar un cafecito regresamos en tren a Múnich.
Carnaval de Tegernsee
26 de febrero 2006
El Fasching, como se llama el carnaval en Baviera, no es tan famoso como el carnaval de
Colonia, de Düsseldorf o de Mainz, que son los centros de carnaval en Alemania. Y mucho
menos que el carnaval de Rio de Janeiro en Brazil o el de Baranquilla en Colombia.
Pero hay en muchos ciudades bávaras también desfiles de carnaval.
Nosotros fuimos a Tegernsee, un pueblo pequeño que conocemos bien como inicio o meta de
caminatas. Y nos asombramos, porque el desfile de carnaval allá era muy bueno. Carros
con escenas que se burlaban de los politicos y bandas de músicos pasaban por las calles,
también había un grupo de bailarines de Samba ... las chicas llevaban sus biquinis sobre
los chándales ... ¡porque hacía frío y nevaba! Nos divertimos mucho, nos reimos, cantamos,
tocamos las castañuelas que habíamos traido y aplaudimos hasta que se terminó el desfile.
Dimos un paseo por las orillas del lago Tegernsee que estaba congelada casi totalmente -
los pobres patos tenían que andar a pie - y entramos en un restaurante.
El Carnaval de Tegernsee - más pequeño que el de Colonia y más frío que el de Rio - pero
no obstante vale la pena de ver.
Galeria barroca en el Castillo de Schleißheim
12 de marzo 2006
Ya habíamos querido ir la semana anterior, pero el 5 de marzo por la noche había nevado tanto
que los médios públicos - autobuses, tranvias y trenes urbanos - habían suspendido el servicio.
Bueno, el segundo intento el 12 de marzo tuvo éxito: Llegamos en tren urbano a Oberschleißheim
y caminamos al Castillo de Schleißheim.
El Vizconde Max Emanuel (1662-1726), uno de los protagonistas en la victoriosa batalla
de Vienna contra los turcos, no sólo hizo construir este castillo de estilo barroco estupendo,
sino que también coleccionó arte contemporáneo. Así hoy en día se encuentra un museo en el
castillo: la galeria de pintura barroca. Antes de entrar, dimos un paseo cincundando el castillo,
que tiene una extensión enorme y visitamos el parque, qué todavía estaba cubierto de mucha nieve.
El viento frío que soplaba non convenció a entrar en el castillo. El interior está adornado
estupendamente, con marmol, estuco y pintura. Subimos al primer piso donde está situada
la galeria barroca, llena de cuadros de diferentes tamaños y temas, de todos los famosos
pintores barrocos, entre ellos el más famoso Peter Paul Rubens (1577-1640).
Después de haber visto todo, salimos y dimos un paseo por un bosque cercano. ¿Por qué?
Porque hay un restaurante allá: el "Bergl".
El punto culminate: Zugspitze
19 de marzo 2006
Espontáneamente cambiamos de planes. En vez de caminar cerca del Zugspitze, subimos al Zugspitze,
el monte más alto de Alemania, 2964 metros. Subimos en teleférico, corrección: en tren y
teleférico. Sí, se sube en tren de cremallera hasta unos 2600 metros y los últimos 400 metros
en teleférico. La subida en tren ofrece unas vistas maravillosas, hasta que entra se en un túnel
oscuro muy largo.
Llegamos a la estación subterráneo y salimos. Huiii, ¡qué cegadora luz! Tuvimos que cerrar
los ojos, porque la nieve refeljaba fuertemente la luz del sol que brillaba desde un cielo
despejado. Como no habíamos pensado en llevarnos gafas de sol, nos las compramos en una tienda
en la estación, muy caras, ¡el colmo! Salimos de nuevo al sol y ahora - con gafas de sol -
pudimos disfrutar del panorama estupendo: bajo nuestros pies el glaciar blanco, circundado
por rocas nevadas, y al sur todas las cadenas de los Alpes, cientos de cimas nevadas.
Paseamos un rato por la nieve y después subimos ... al teleférico, que nos elevó hasta
la cima del Zugspitze. ¡La Tertulia en el punto más alto de Alemania! Desde allá teníamos
una vista aún más amplia y larga hasta el Großglockner, el monte más alto de Austria, hasta
el Ortler, ya en Italia, y el Hochvogel. Un cartel indicaba que este día era posible ver
¡hasta 150 kilómetros! Y en el norte teníamos una vista tan escalofriante como hermosa,
casi perpendicular hacia abajo, al lago Eibsee, donde nos habíamos bañado el año pasado, en
verano. Ahora el lago estaba congelado y cubierto de nieve, y en medio de este lago blanco
vimos las islas chiquitas y nos acordamos del incomparable color qué había tenido el agua
en verano.
Casi tres horas pasamos en la cima, al sol fuerte y al viento fresco, pero no frío.
Después de comer una comida cencilla bajamos en otro teleférico que llega directamente al
lago Eibsee. Con este teleférico se puede subir - y bajar - en unos 10 minutos. En tren de
cremallera se necesita casi una hora.
El Zugspitze, el punto culminante de las excursiones de la Tertulia. En referencia a la altura
sobre el nivel de mar, pero tambien en referencia a los gastos: 32 Euros subida y bajada, y
15 Euros cada par de gafas de sol - el modelo más barato, ¡es el colmo! Pero valio todo Euro:
¡una excursión inolvidable!
Vamos al Nockherberg
20 de marzo 2006
Cuando entramos, la banda ya estaba tocando esta mezcla de canciones populares más o menos
antiguos - de los años 70 y 80 - y canciones actuales, sólo interrumpida de vez en cuando por
estas canciones bávaras, que indican que ahora todos tienen que levantar sus jarras, brindar y
tomarse un trago de esta cerveza fuerte sabrosa que solamente se sierve en cuaresma.
Yo se que me repito: No puedo entender que hombres - ¡y mujeres! - inteligentes se pueden
dedicar a subirse a las mesas, blandir las jarras y gritar canciones con letras tontas. No
lo entiendo. Por suerte no es necesario entenderlo para divertirse. ¡Y cómo nos divertimos!
Vamos otra vez al Nockherberg
Vamos una tercera vez al Nockherberg
Cada año lo mismo: Vamos al Nockherberg y unos amigos pasan la fecha. Claro que vamos otra
vez, este año otras dos veces: el 25 y el 28 de marzo.
La isla bonita: Lindau
26 de marzo 2006
Mientras llovía en Múnich todo el día, pasamos una excursión soleada en Lindau, esta ciudad
preciosa en una isla en el Lago de Constanza. Sí, para llegar allá necesitamos unas tres
horas en tren, pero este tiempo pasó volando: Todo el viaje cantamos y asustamos a los otros
pasajeros tocando las castañuelas. Bueno, la verdad: sólo algunos se asustaron un poquito,
pero los demás se pusieron muy alegres, ¡también el revisor!
El tren llegó por un dique a la isla, y para llegar al puerto necesitamos sólo un minuto
a pie. ¡Qué panorama! El puerto con los barcos, una torre medieval y el faro alto, el lago
brillando y en la lejanía, en la otra orilla, las montañas nevadas de Suiza. Dimos un paseo
por las orillas y tomamos un rato el sol. Muy agradable después de este invierno largo.
Después dimos un paseo por el casco histórico de Lindau, donde se pueden ver muchas casas
góticas. La casa más hermosa es el ayuntamiento (la alcaldía), también gótico y su fachada
pintada estupendamente. Además se pueden vistitar unas fortificaciones y torres, y una
iglesia del año 1000.
Seguimos caminando, tomamos otra vez el sol en el oeste de la isla y regresamos por el otro
lado al puerto. Las calles ahora llenos de gente, los cafés repletos, el viento templado:
nos sentíamos como si fuese ya verano. O que si Lindau estuviera en Italia. ¡Qué ciudad bonita,
qué isla bonita! Desgraciadamente tuvimos que dejar este lugar veraniego muy temprano,
porque el viaje de regreso duró también tres horas.
La ciudad del Renacimiento: Neuburg
2 de abril 2006
Los prados delante de la muralla con sus torres y puertas estaban llenos de flores, estas
flores chiquitas que indican que ha llegado la primavera en Alemania. El casco histórico de
Neuburg está situada encima de una colina empinada en las orillas del río Danubio.
Subimos y seguimos una senda que transcurre fuera de la muralla y que ofrece una vista larga
sobre los suburbanos. Cerca de la residencia entramos en el casco histórico y - claro -
visitamos primero el patio de la residencia, que está construido de estilo del Renacimiento.
Después visitamos la plaza Stefansplatz, circundado por casas preciosas del Renacimiento y del
Barroco, entre ellas la alcadía y la iglesia. Se dice que es la plaza más bella del sur de
Alemania. Caminamos unos cientos metros por la calle central y llegamos a la puerta roja al
otro lado del casco. Sí, Neuburg es chiquito. Bajamos al río Danubio, que no era azul como dice
esta famosa canción, sino marrón de barro, porque llebaba agua alta y las orillas estaban
inundados. Cruzamos el río por un puente y dimos un paseo encima del dique. Disfrutamos del sol
que a menudo salía de entre las nubes, y de la vista bonita a las torres, muros y campanarios de
la ciudad al otro lado del río. Cuando nos entraron las ganas de tomar un cafecito,
regresamos al casco antiguo y comimos pasteles sabrosos en el Altstadtcafé, ¡muy recomendable!
Con otro paseo concluimos esta vista de Neuburg, una ciudad que parece un diamante:
pequeña pero preciosa.
La Cueva de Altamira - Deutsches Museum
9 de abril 2006
La Cueva de Altamira es famosa por sus pinturas del Paleolítico. La cueva está situada en el
norte de España. Un poquito lejos para una excursión del domingo por la tarde. Pero por
suerte hay una réplica en el Deutsches Museum. Allá nos fuimos. Llovía, un día ideal para
ir al museo. La Cueva de Altamira - la original - tiene una extensión de menos de 300 metros,
y la sala más interesante tiene una bóveda de unos 18 a 9 metros. La réplica del Deutsches
Museum es aún más pequeño. Así terminamos de visitar la cueva en unos quince minutos.
Pero el Deutsches Museum es gigante, hay muchas otras cosas que ver. Como nosotros
no pudimos ponernos de acuerdo sobre lo que queríamos ver, nos separamos en dos grupos,
unos fueron al departamento de biología y química, y los demás a la sala de técnica espacial,
después a los aviones y al final a los barcos antiguos. Así hicimos un viaje en el tiempo.
A las cinco de la tarde nos reunimos con el otro grupo y fuimos al 'Wirtshaus in der Au'
para tomar una copita.
Cabalgata de San Jorge - Georgiritt en Traunstein
17 de abril 2006
Una de las excursiones más bellas que hemos hecho en todos estos años. No me había
imaginado antes que esta excursión pudiera llegar a ser tan bonito y interesante.
El Georgiritt de Traunstein es por un lado una fiesta religiosa, una peregrinación a caballo
en honor a San Jorge. Por otro lado es también una fiesta histórica para recordar a este
capitán y sus soldados que defendieron la ciudad de Traunstein en la Guerra del Sucesión de
España (Spanischer Erbfolgekrieg) contro el emperador de Austria. Y por eso se puede ver de
todo: Caballos adornados, jinetes con trajes típicos bávaros o con trajes medievales,
caballeros con armadura de hierro, hombres disfrazados como soldados antiguos, niños
como músicos medievales con flautas, abanderados con sus banderas gigantes y damas de la
Corte guapas con vestidos suntuosos. También el sacerdote que bendijo a los participantes,
iba en caballo. Al final hubo una representación de un baile de espada que tiene origen
en el siglo XVI. Una fiesta de gran colorido.
Después de la fiesta subimos a una colina al otro lado del río Traun, desde donde se tiene una
vista bonita sobre la ciudad y a las montañas cercanas, y tomamos un rato el sol fuerte. Cuando
tuvimos sed, bajamos y tomamos un cafecito y comimos helado en un café en la plaza mayor.
¡El final dulce de una bella excursión!
Caminata a Andechs
23 de abril 2006
Los meteorólogos prognosticaron tormentas y chubascos, quizás por eso sólo participaron tres
personas. Pero en realidad el tiempo estuvo bastante bien, unas nubes grises, pero también
mucho sol. Habíamos planeado subir a otro monte, pero por el tiempo dudoso decidimos de
hacer una caminata más corta y subimos al "Monte Sagrado", como los bávaros llaman al monte
de Andechs, que es un centro de peregrinación - para gente religiosa y para gente a la que le
gusta la cerveza buena.
Muchos camimos llegan a Andechs, por eso nunca se uno aburre aunque cuando se va más de una vez.
Esta vez fuimos por el camino Hörndlweg y por el "prado de las cuentas de hadas" (Märchenwiese),
y nos acercamos desde el sur al monasterio de Andechs, situado encima de una colina empinada.
Vistitamos la iglesia de estilo rococó. En la terraza de la cervecería encontramos buen sitio:
dando directamente a la pendiente con una vista bonita al valle y a las montañas lejanas. Aquí
tomamos el sol y unas jarras de cerveza - la cerveza de Andechs que en tan famosa como sabrosa.
Bajamos por el mismo camino a Herrsching y seguimos caminado hasta el lago Ammersee. Nos
sentamos en la terraza de un local directamente a las orillas y disfrutamos de la vida con
café, pasteles y helados. ¡Qué bién que los meteorólogos se equivocaron!
Edad Media y Imperio Romano: Weißenburg
30 de abril 2006
Weißenburg es una ciudad estupenda: Aunque las puertas antiguas - con exceptión de una -
se han derribado para hacer espacio para el tráfico moderno, tiene una muralla entera con
torres y aspilleras. En el centro hay 'casas alemanas', casas con fachadas entramadas
(alem.: Fachwerkhäuser) y iglesias góticas. Fuera de la muralla hay ruinas romanos:
Una terma excavada y los cimientos de un cuartel con una puerta grande reconstruida -
¡impresionante!
Dimos un paseo por el casco histórico, almorzamos, visitamos los restos romanos y regresamos
a la "Edad Media" para tomar un cafecito ... al final del día nos dolían los pies.
Eso es lógico: Habíamos hecho un paseo por el tiempo: 2000 años atras. ¡Qué paseo tan largo!
El 'Rigi bávaro': Subida al Hohenpeißenberg
7 de mayo 2006
El Rigi es un monte de Suiza, no tan alto como el Matterhorn, pero famoso por su panorama.
Como un viaje a Suiza es lejos y caro, fuimos al 'Rigi bávaro', como se llama de apodo el
monte Hohenpeißenberg. Caminamos por prados llenos de flores amarillas y entramos en un bosque.
Aunque en mi mapa estaba marcado un camino, no había, sólo de vez en cuando una señal en los
árboles. Tuvimos que buscar la dirección correcta. Subimos una colina y en la pared de una
hacienda encontramos de nuevo la misma señal. Desde allá había un camino, que subió suavemente,
pasando por prados y cuadras de caballos, y atravesando bosques hasta que llegamos a la cima.
Nos desilusionamos, porque por la bruma densa no se veían las montañas. ¡Qué pena!
El Hohenpeißenberg es famoso por su panorama célebre. En la terraza del local 'Bayrischer Rigi'
almorzamos, después visitamos la iglesia y después de disfrutar un rato la vista al valle y
a las collinas cercanas en la bruma, bajamos por otro camino, un camino muy empinado, a través
de un bosque claro verde. Más abajo, salimos a un prado lleno de flores amarillas y nos
tumbamos y tomamos el sol por una horita. ¡Qué maravilla! Poco a poco se deshizo la bruma
y las siluetas de las montañas aparecieron. Después de caminar media hora más, llegamos a una
parada de tren aislada en medio del campo. Ya un minuto después llegó el tren.
Aunque no tuvimos la vista con la que habíamos soñado, era una excursión muy bonita.
Volveremos un día ... ¡un día sin bruma!
El campanario más alto del mundo: Excursión a Ulm
21 de mayo 2006
La Catedral de Ulm tiene el campanario más alto del mundo: 161 metros. Para visitar esta
catedral gótica y para subir al campanario fuimos a Ulm, situada unos dos horas en tren al
oeste de Múnich.
Pero - ¡qué insulto! - no nos dejaron entrar en la iglesia, porque celebraban el "Día del
Trombón" (alem.: "Tag der Posaune") y había miles de músicos, no sólo con trombones, sino
también con trompetas, tubas y saxofones, y en cada esquina tocaban. Y para que los músicos
se puedan preparar, habían revervado la catedral. Desilusionados nos fuimos y decidimos de
regresar por la tarde para quizás tener otra oportunidad de entrar. Dimos un paseo por la
ciudad, bajamos a las orillas del río Danubio y atravesamos el Fischerviertel - el "Barrio
de los Pescadores" - con sus casas pintorescas con fachadas entramadas. Almorzamos, después
visitamos el ayuntamiento antiguo con su fachada estupendamente pintada y probamos de nuevo
de entrar en la catedral. Delante de la catedral había un mar de músicos preparandose para
el gran final de este "Día del Trombón", el concierto de todos los participantes. Nos dejaron
entrar en la iglesia, y empezamos a subir al campanario. En este momento comenzaron los músicos
a tocar y música barroca nos acompañó mientras subíamos de escalón en escalón en esta escalera
de caracol estrecha, que tiene como muro sólo tracería (un ornamento de piedra frágil), a
través de él se puede ver el precipicio. Esta subida no es recomendable para gente que sufren
de vertigo. Este campanario consiste sólo de unas columnas finos, arbotantes flacos y tracería.
Es una construcción muy ligera, casi no se puede creer que haya superado unos 800 años de
vientos y tormentas. Hay que admirar los arquitectos medievales. Desde la cima tuvimos una vista
maravillosa sobre los tejados de Ulm, el río Danubio y los bosques y campos de los alrededores.
Y abajo veíamos a los músicos, tan chiquitos que parecían hormigas, y los trombones relucian el
sol. ¡Qué impresión! Los músicos tobaban composiciones de Gershwin o de Irving Berlin, cuando
bajamos los 768 escalones, y cuando llegamos al 'tierra firma', tocaban la última obra.
Muy animados, regresamos en tren a Múnich.
Mercado de Artesanía en Tegernsee
28 de mayo 2006
Este año ya hemos hecho tantas excursiones soleados - ¡qué aburrimiento! Así decidimos de
hacer una caminata por la lluvia. No, lo confieso: ¡Una broma! Claro que nos hubiera gustado
el sol, pero tuvimos mala suerte. Habíamos confiado en los meteorólogos que pronosticaron
"predominantemente seco". Cuando llegamos en tren a Tegernsee, llovía a cantaros.
Cambiamos de planes y cancelamos la caminata, y fuimos directamente al mercado anual de
artesanía de Tegernsee. También visitando las tiendas y tenderetes nos mojamos bastante,
por la lluvia fuerte. Almorzamos en el "Bräustüberl", esperando que mientras tanto se mejorara
el tiempo. Cuando salimos del local, nos dímos cuenta de que la lluvia se había aumentado.
Decidimos regresar en tren. Cuando llegamos a la estación de Solln, un barrio al sur
de Múnich, terminó la lluvia y por eso bajamos del tren y dimos un paseo extenso a las
orillas del río Isar. Así por lo menos nos movimos al aire puro, aunque nos hubiera gustado
más caminar por las montañas sobre las orillas del lago Tegernsee.
Feria de flores - Fürstenfelder Gartentage
5 de junio 2006
Ya es junio, pero todavía no ha llegado el verano aquí en Alemania. Un viento frío del norte,
nubes grises y probabilidad de chubascos y aguaceros, un tiempo poco adecuado para dejar
la civilisación y salir a la naturaleza. Pero optamos por un término medio: Fuimos a los
"Fürstenfelder Gartentage", una feria donde exponen y venden flores y semillas, macetas,
muebles y hamacas, fuentes y estatuas, todo lo que se necesita con jardines. La feria
tenía lugar en los jardines y los edificios del antiguo monasterio de Fürstenfeld,
que dío nombre al pueblo cercano Fürstenfeldbruck ("Puente del Campo de los Principes").
Antes de visitar la feria entramos en la iglesia, un ejemplo extraordinario del barroco,
con frescos de Cosmas Damian Asam. Pasamos unos dos horas visitando la feria y después
dimos un paseo por Fürstenfeldbruck. De repente empezó de llover. Entramos en un local y
cenamos. Sí, con un tiempo así mejor que no te alejas demasiado de la civilisación.
Tan largo como bello: Caminata alrededor del Großer Alpsee
11 de junio 2006
Un viaje largo, una caminata larga. Pero valió totalmente la pena: El lago Großer "Gran" Alpsee
ofrece unos paisajes preciosos. Bajamos del tren en Immenstadt y caminamos por las orillas
del Kleiner "Pequeño" Alpsee a Bühl, un pueblo muy turístico. Seguimos las orillas al norte
pasando campos llenos de flores - entre ellas incluso orquideas - con vistas a las montañas
bosquejadas al sur y las cordilleras nevadas al sureste. Al oeste del lago entramos en un
pantano y cruzamos unos arroyos por puentes chiquitos. Era hora de almorzar. La única desilusión
de este día: Los dos restaurantes que hay allí estan situados directamente al lado de la
carretera general, sentados en la terraza tuvimos que soportar el ruido de los coches y motos.
Después de la pausa subimos al monte y seguimos un camino que trascurre a una altura de unos
200 metros y ofrece vistas maravillosas sobre el lago. Al lado de una capilla de madera nos
tumbamos en los prados y tomamos el sol una horita. Después nos refrescamos en una cascada
y bajamos al pueblo Bühl, donde tomamos un cafecito y comimos helado. Cuando se puso
el sol sobre el lago, regresamos muy contentos a la estación.
En el territorio del oso: Subida al Brunnenstein
18 de junio 2006
¿Sabes? Desde hace unas semanas hay un oso en el sur de Baviera. Mató unas ovejas, cabras y
gallinas. Inmigró desde Italia por Austria a Baviera. El último oso fue cazado en el año 1835,
desde entonces no había más osos en Baviera. Por eso la gente aquí está muy emocionado por el
"regreso del oso".
Algunos contertulios se pusieron muy preocupados, cuando decidimos hacer una caminata por
las montañas. Pero encontrar un oso en los Alpes bávaros es como buscar una aguja en un pajar
(alem.: "Stecknadel im Heuhaufen").
Fuimos en tren a Mittenwald y caminamos a las orillas del río Isar hacía el sur, por prados
llenos de flores. El sol brillaba y hacía un calor tremendo, por tanto nos alegramos cuando
entramos en el bosque, que nos daba sombra. Pero allí empezó la subida empinada, y continuamos
sudando. Llegamos a un arroyo y lo cruzamos pisando unas piedras - no hay puente.
Después la senda llegó a ser cada vez más empinada y estrecha. Unos dos horas duró la subida
y nos alegramos cuando llegamos a la cabaña Brunnensteinhütte, donde almorzamos en el porche,
con vista al valle y a las montañas al otro lado. Disfrutamos de la vida una hora,
hasta que vimos unas nubes grises al sur - ¡una tormenta! Una tormenta en las montañas es
al menos tan peligroso como un oso. Por eso bajamos a toda prisa. Llegamos al valle,
arribamos al pueblo y casi a la estación, cuando la tormenta nos alcanzó.
Nos refugíamos bajo un alero y esperamos hasta que se terminó el granizo y el aguacero.
Mojados pero contentos subimos al tren.
¡Vamos a la playa! En bici al lago Wörthsee
25 de junio 2006
Sol, 30°C. Un día ideal para bañarse en un lago. Elegimos el Wörthsee, un lago lindo en el
"Pais de Cinco Lagos" al suroeste de Múnich. Para llegar allí fuimos en bicicleta. Otros amigos
en coche. También hubiera sido posible ir en tren y a pie, pero nadie tomó esta opción.
¿Por qué no, amigos? ¡Desde la estación es sólo un paseito de unos 20 minutos!
Los ciclistas, salimos de Buchenau, un pueblito cerca de Fürstenfeldbruck, fuimos por bosques
sombríos, seguimos un rato el río Amper y doblamos al sur. Por un paisaje de colinas llegamos
a Etterschlag, allí almorzamos en el jardín precioso del local Alter Wirt. ¡Muy recomendable!
Después de la pausa bajamos velozmente a las orillas del Wörthsee. ¡Qué muchedumbre! Ya conosco
este lago desde hace muchos años, pero nunca he visto tanta gente bañándose allí. Seguimos las
orillas hasta la playa donde nos habíamos citamos con los amigos. Poco después llegaron
unos amigos que habían venido en coche. En seguida nos echamos al agua verde. ¡Qué refresco!
Dos horas nos quedamos allí bañandonos y tomando el sol. Después fuimos en bici al lago de
Weßling, otro de los "cinco lagos", donde tomamos otra cervecita. Después nos separamos en
dos grupos: unos regresaron en tren de cercanías, nosotros en bici a Múnich.
Las actividades que hemos hecho a partir de julio, se describen en la página
fotos 2006 b.
©2006 Fotos por Jutta(*) y Klaus