Informe anual 2005
En total hemos hecho 41 actividades este año. Las 18 actividades que hemos hecho desde enero hasta junio, se describen en la página
fotos 2005 a. Las 23 actividades que hemos hecho desde julio hasta diciembre, se describen aquí:
¡Vamos en barco! y
Caminata en las orillas del Plansee
3 de julio 2005
Después de unas días de lluvia salió el sol de nuevo. Claro que salimos a la naturaleza.
Fuimos otra vez a Austria. Este año ya hemos ido 4 veces a Austria, parece que Baviera
es demasiado pequeña para nosotros...
Desde la estación en Heiterwang caminamos unos dos kilómetros hasta el embarcadero.
¿Embarcadero? Sí, porque el Plansee es demasiado largo para hacer una caminata alrededor
de todo el lago, hemos planeado hacer un parte en barco. Y porque lo hemos planeado,
el lago se llama desde entonces Plansee... ¿me lo crees?
El barco iba a través del Heiterwanger See, cuyas aguas verdes relucían bajo el sol
esplendido, a a través de un canal, que conecta el Heiterwanger See con el Plansee.
Y después de pocos minutos entramos en el Plansee: ¡qué panorama! El lago estrecho
pero muy largo en medio de montañas empinadas se parece mucho a los fjordos de Noruega.
Cruzamos todo el lago y bajamos del barco cerca del restaurante "Forelle". Cansados
del viaje nos sentamos en la terraza del local... ¡una broma! Claro que no estábamos
cansados, pero era la hora de almorzar.
Después del almuerzo continuamos... ¡no! ...empezamos a caminar. La senda en la orilla
sur subía de vez en cuando y cada vez bajaba otra vez a la orilla, trascurría por
bosques de abetos y después bosques de pinos y prados llenos de flores, entre ellas orquideas
y la famosa "Alpenrose" - "rosa de los Alpes" - que no es rosa sino azalea. También vimos
un "Sonnentau" - "rocío del sol" - que es una planta carnívora. En una bahía nos bañamos.
¡Huiii, qué frío! - ¡Ay, qué refresco!
Refrescados seguimos caminando, llegamos al canal y poco después al Heiterwanger See.
En las orillas hicimos una pausa, y nos bañamos otra vez. Bueno, los más valientes se
bañaron, porque este lago estaba mucho más frio que el Plansee. Los demas tomaron el sol suave.
Después de la pausa caminamos alrededor del lago y por prados anchos hasta la estación.
Llegamos muy cansados. ¡Eso no es una broma! Después de todo, habíamos caminado
unos 17 kilómetros. ¡Y no olvidemos a la ida en barco...
¡Vamos a la BUGA 2005!
Exposición Nacional de Jardines
10 de julio 2005
Desde la mañana llovía a cántaros, pero justo en el momento, en que entramos en la BUGA,
se terminó. Durante toda nuestra visita no cayó ni una gota, ¡qué suerte! La entrada era
muy cara, 14 Euros, pero sé porque es tan cara: Tienes que pagar por kilómetro...
Hay que caminar mucho, tan extenso es el terreno. Pero... aunque el terreno es tan grande,
no hay muchas flores. Sí, hay flores, pero el mayor parte de la BUGA son instalaciones,
obras de arte, o simplemente espacio vacio. En una exposición de jardines no se necesitan
flores, ¿por qué flores? Conclusión: Una entrada que vale 14 Euros para ésta exposición
no es cara. ¡Es descarada!
imagen: © Olivier Kosovsky/BUGA 05
Caminata por las montañas: Gindelalmschneid
17 de julio 2005
El camino desde Schliersee sobre la Gindelalm y la Neureuth hasta Tegernsee es una caminata
"clásica" para los inhabitantes de Múnich. Porque se llega muy rapido al pueblo Schliersee
que está situado en las orillas del lago del mismo nombre. Seguimos estas orillas y doblamos
a un valle que seguimos hasta el comienzo de la subida. Sudamos mucho, no porque el camino
fuera muy empinado, no, era muy cómodo, sino porque había llovido toda la noche anterior
y el aire estaba tan húmedo que parecía que tuviera una humedad de 200%. Después de dos horas
llegamos a la cabaña de la Gindelalm, donde nos mojamos por dentro: tomamos unas cervecitas.
De repente terminamos de sudar. Los cientificos llaman a este efecto 'ósmosis', ¿no?
Después de la pausa hicimos amistad con unas vacas: tuvimos que cruzar un rebaño y las vacas
nos miraban curiosadamente con sus ojos grandes. Subimos hasta la cima del Gindelalmschneid,
desde donde tuvimos una vista bonita de las montañas al este y oeste, y de los llanos al norte.
También vimos el lago Schliersee, donde habíamos empezado esta caminata.
Bajamos de la cima y fuimos a la cabaña Neureuth, desde donde vimos el lago Tegernsee,
abajo en el valle. Sus aguas relucían tan atrayentes qué nos dimos prisa.
Después de una hora llegamos a las orillas del Tegernsee y en seguida nos bañamos.
¡Huiiii, qué frío! Sí, este año los lagos son muy fríos, como el verano siempre ha estado
interrumpido por olas de aire polar. En las montañas había nevado el 7 de julio, ¡inmaginate!
Pero no obstante disfrutamos de nuestro baño en el lago, nadamos hasta una balsa que estaba
anclada en medio del agua y allá tomamos el sol.
Calentados, nadamos otra vuelta por el lago y cuando tuvimos frío salimos del agua fría.
Unos cientos de metros más adelanante había por casualidad una fiesta popular, y allí tomamos
unas cervezas frías. De repente no nos sentíamos fríos. Ósmosis, ¿sabes?
Parrillada en el lago
23 de julio 2005
Normalmente suelen participar entre 60 y 80 personas en nuestras parrilladas, como todos
los años pasados. Pero llovía en la mañana, y seguramente por eso acudió relativamente
poca gente. Pero los 32 amigos que confiaron en San Pedro y vinieron a partir de la una de
la tarde se diviertiron mucho: asamos, comimos, charlamos, reímos, tomamos el sol -
¡si, había salido el sol de entre las nubes! -, jugamos al frisbee, algunos se bañaron en el
lago, Eduardo, Alex y Dieter tocaron sus guitarras y cantamos con ellos, hasta la oscuridad del
atardecer no permitió más leer las letras y notas. Pero a esta hora ya cantaban los grillos,
les escuchamos, nos contamos unas historias más y comimos los últimos pinchos de carne y
salchichas. A las 11 de la noche apagamos el fuego y nos fuimos cantando por la oscuridad
a la estación del suburbano.
Un molino, un cañón y dos chubascos
31 de julio 2005
Cielo gris, sólo 15°C, un día muy otoñal ¡en julio!
Fuimos en tren a Kiefersfelden, subimos por los bosques y pasamos por el Hechtsee, un lago
romántico en medio de bosques oscuros. "Este paisaje me gusta", dije yo: "¡volveré aquí
en verano!" - "Mejor a finales de julio", contestó un amigo riendo. Si, un día muy otoñal.
Seguimos caminando por un valle bonito y llegamos a un molino con una rueda gigante.
Hoy en día se usa para producir eléctricidad. Detrás de la molina empezaba el cañón. Por
escaleras resbaladizas subimos a una senda estrecha qué estaba grabado en las paredes rocosas.
Tuvimos unas vistas escalofriantes hacia abajo sobre el abismo. Cuando salimos del cañón empezó
a llover. Corrimos y nos refugiamos en una cabaña, donde merendamos. "Esperamos hasta que
las nubres se abran y salga el sol", dijo un amigo chileno. "¿Sabes como se llama en alemán
la situación cuando se abren las nubes y sale el sol?", le pregunté a él. - "No", repondió.
"Montag (lunes)", dije yo y nos reimos a carcajadas.
Pero de repente la lluvia cesó y salimos para seguir con nuestra caminata por las montañas.
Sólo dos kilómetros, y otro chubasco nos cayó encima. Bajamos al pueblo Dörfl y mojados
entramos al café del mismos nombre. Allá nos calentamos con unas cafecitos y escuchamos a unos
músicos en traje tipico bávaro que tocaban muy alto ... y muy mal. "Con esta música no es de
asombrar que llueva", nos burlamos de ellos.
Cuando la lluvia disminuó, salimos del café y caminamos por camino directo a Oberaudorf
a la estación de ferrocarril. Así se terminó una excursión en un día otoñal. Un buen día
volveremos ... ¡en verano!
El pueblo más alto, otro cañon y dos rayos del sol
13 de agosto 2005
Se acabó el verano antes de llegar. Bajas temperaturas y nubes, nubes, tres veces nubes.
Queríamos ir a las montañas, pero con este tiempo no vale la pena subir a una cima alta:
¡se vería solamente nubes! Por eso elegimos otra vez una ruta por un cañón, porque los
cañones son impresionantes también bajo un cielo gris.
Desde la estación de Garmisch subimos por bosques y prados verdes a Wamberg, el pueblo
con iglesia más alta de Alemania. Hay pueblos más altos y hay iglesias más altas.
Resumen: Para tener un record, sólo hay que eligir la categoría adecuada, ¿no?
En Wamberg merendamos, y después seguimos subiendo una hora más y llegamos a la fonda
Eckbauer. Normalmente se tiene aquí una vista panorámica de las cimas de los Alpes,
pero este día tuvimos una vista panorámica de las nubes grises. De repente salió el
sol de entre las nubes, pero eso no duró suficiente como para sacar un foto.
Después de la pausa en la terraza bajamos hacia el oeste. Ya desde lejos pudimos oir fluir
el río abajo en el cañon. Llegamos al río y entramos en la oscuridad del famoso cañon
'Partnachklamm'. Seguimos la senda estrecha que se apretaba a las rocas y cruzaba por
algunas túneles muy oscuros. De las paredes caían gotas frias y arroyos fríos, y el río
a nuestro lado saltaba por cascadas. Agua de todas partes. El ruido del agua.
Las rocas resbaladizas. La oscuridad. ¡Qué impresión! Caminamos despacio y disfrutamos
de este espectáculo. Cuando salímos del cañón vimos otro rayo del sol. Llenos de
impresiones caminamos hasta la estación de Garmisch.
La ciudad de los tres ríos
Excursión a Passau
21 de agosto 2005
Fuimos en tren a Passau. ¡Bien hecho! Teníamos más o menos tiempo agradable, mientras en
Múnich llovía todo el día.
Primero visitamos la catedral S. Esteban, que es un estupendo ejemplo de la arquitectura
barroca y que tiene el órgano más grande del mundo. Tuvimos suerte que se tocó este órgano
durante nuestra visita, ¡muy impresionante! Después bajamos a la orilla del río Inn que
seguimos hasta el "rincón de los tres ríos". Sí, en Passau se reunen tres ríos: el verde Inn,
el marrón Danubio (¡no es azul!) y el negro Ilz. Se puede ver como se mezclan las aguas de
diferente colores.
Por un puente cruzamos el río Danubio y por escaleras empinadas de cientos de escalas
subimos al castillo Veste Oberhaus, construido en el año 1219 por el obispo para defenderse
contro ... ¡su propio pueblo! Desde los muros del castillo se tiene una vista bonita de la
ciudad, de la catedral y de los tres ríos. En el patio del castillo hay un pequeño restaurante.
Mientras que almorzamos, hizo un chubasco, pero cuando bajamos a la ciudad de nuevo, salió
un poquito de sol y tiñó de oro las tejadas de Passau. Paseamos por las calles del casco
historico y cruzamos el Inn por un puente de peatones. En la otra orilla visitamos
fortificaciones que basan en los cimientos de un castillo romano.
Cuando llegó la noche, subimos al tren. Poco después, empezó una tormenta con rayos
eléctricos y unos aguaceros fuertes. ¡Qué suerte teníamos este día!
La ciudad de los comerciantes
Excursión a Augsburg
28 de agosto 2005
Había llovido la semana anterior, un diluvio de tres días. Nos acordamos: El original
duró 40. Pero no obstante: Varias lineas de ferrocarril se habían cortado por desprendimientos
y algunas ciudades estaban inundadas por los ríos que se habían desbordado. No pudimos ir
a las montañas ni a las ciudades en el danubio, como estaba planeado. Por eso cambiamos de
planes y fuimos a Augsburg, una ciudad bonita situada a media hora en tren desde Múnich.
Augsburg fue fundada por los romanos en 15 d.C. que la llamaron Augusta Vindelicum. La ciudad
se hizo famosa en el siglo XV cuando unas familias de comerciantes como los Fugger y los Welser
fundaron sus empresas de comercio y negociaron con todas las ciudades grandes de Europa y
también con los colónias españolas en Latinoamérica. Y no sólo se hizo famosa, se hizo muy
rica, lo que se puede ver todavía en las fachadas y el interior de las casas antiguas y del
ayuntamiento.
Visitamos las excavaciones de los cimientos romanos y la catedral gótica. Subimos a la torre
Perlachturm, de donde tuvimos unas vistas bonitas de la ciudad. Miramos la iglesia
St. Ullrich y Afra con las tumbas de los dos santos. Almorzamos en un restaurante argentino.
Echamos una mirada en el famoso teatro de marionetas 'Augsburger Puppenkiste'. Tomamos el
sol en un parque al lado de las antiguas fortificaciones. Dimos un paseo hasta la
famosa 'Fuggerei', que fue construida por el comerciante Jacob Fugger para que los pobres
se puedan alojar más barato y que parece casi una ciudad dentro de la ciudad, con muralla,
casas, almacenes, etc. Al final comimos helado en la Plaza del Ayuntamiento. Aunque
hicimos tanto, todavía quedan cosas digno que ver. Quizás volveremos un día a Augsburg,
la ciudad de los comerciantes.
El 'Emperador Bravo'
Caminata por las montañas
4 de septiembre 2005
El Wilder Kaiser ("Emperador Bravo") es una cordillera rocosa en Austria y un "Eldorado"
para montañistas y escaladores, pero hay también cimas menos difíciles para hacer senderismo.
La ruta que seguimos está rocosa y puede provocar vertigo.
Desde Kufstein subimos en telesilla al Brentenjoch. Cuando salimos de las sillas cómodas,
ya vimos las impresionantes rocas del Wilder Kaiser cuyos cimas estaban cubiertos por nubes.
Desgraciadamente no hacía "Kaiserwetter" ("Tiempo del Emperador"), como llaman los Austriacos
a un cielo despejado. Por una senda estrecha llena de raices y piedras, que además se acercaba
varias veces a los precipicios, subimos a la cima del Gamskogel, de donde tuvimos una vista
panorámica del Wilder Kaiser al sur y del Zahmer Kaiser ("Emperador Manso") al norte, las
cimas de los dos escondidas por nubes gigantes. Pero un amigo chileno estaba desilusionado:
"¿Y dónde está la cabaña con la cerveza?". Querido amigo, ¡ten confianza! En cada monte de
los Alpes hay una cabaña con cerveza. Pero no siempre en la cima.
Para llegar a la cerveza tuvimos que bajar al otro lado del Gamskogel, por una senda muy
salvaje y algunas veces muy cerca del abismo, sí, abismo, no era posible ver el fondo, tan
empinado era. Después de una hora llegamos a la cabaña y no solo el amigo chileno estaba
feliz con su cerveza fresca. Disfrutamos del sol y del panorama estupendo de las paredes
rocosas del Wilder Kaiser. Después de la pausa extensa seguimos caminado ahora por un
camino cómodo. Encontramos un rebaño de vacas que querían que les acariciáramos
entre los cuernos.
Bajamos en telesilla, caminamos hasta el centro de Kufstein y cenamos en la terraza del
famoso restaurante Auracher Löchl, directamente en las orillas del río Inn, mientras se
ponía el sol detrás de las montañas. ¡Qué bonito final de un día bonito!
Excursión a Memmingen
11 de septiembre 2005
Otro fin de semana con mal tiempo. ¿Qué hacer? Fuimos a otra ciudad. ¿Cuántas ciudades ya
hemos visitado este año?
Memmingen es una ciudad en el oeste de Baviera, muy tranquila y tan pequeña qué se puede
visitar todo en unos dos o tres horas. Paseamos a lo largo de la muralla antigua, visitamos
la "Casa de los Impuestos" pintada y el ayuntamiento con fachada rococo, dos edificios muy
bonitos. Subimos con una guía al campanario de la iglesia St. Martín, una construcción muy
interessante, y tuvimos una vista estupenda de toda la ciudad y de los alrededores. Al final
visitamos la "Casa de los siete tejados", una casa alemana/holandesa
(alem.: Fachwerkhaus) antigua.
Ya a las 5 de la tarde subimos al tren para regresar a Múnich, muy temprano para una
excursión de la Tertulia, ¿no? Bueno, Memmingen es pequeño. ¡Pero muy interesante!
Vamos a la Oktoberfest
3 de octubre 2005
¿Un año sin visita al festival de la cerveza? ¡Inimaginable! Como el tiempo no convenía con
un paseo extenso, fuimos casi directamente a una de las carpas gigantes y entramos.
Normalmente es difícil encontrar sitio los días festivos. Pero, ¿qué es normal?
Encontramos en seguida una mesa libre en un balcón, de donde teníamos una vista
sobre toda la carpa gigante y la gente festejando. ¡Y nos divertimos! Una cerveza,
música y buena compañía, ¿qué más se necesita?
El octubre dorado: Subida al Mittleres Hörnle
15 de octubre 2005
Normalmente hay una fase de algunos días soledados en otoño, los alemanes la llaman
"goldener Oktober" ("octubre dorado"). Un tiempo ideal para caminar
por las montañas.
Pero como en octubre por las noches hace frío y durante el día las temperaturas
no superan unos 15°C, es recomendable subir por el sur o al suroeste de un monte,
para que caliente el sol. Ya subimos el año pasado al Hörnle, desde Bad Kohlgrub, por la
pared nord. Esta vez empezamos en Unterammergau y subimos por la pared sur. El sol
calentaba y el follaje otoñal de los árboles relucía en colores espléndidos. Subimos
por una senda estrecha y empinada, y algunas veces hicimos pausas para disfrutar de
las vistas bonitas sobre las montañas azules al sur. Abajo en el valle vimos el famoso
pueblo Oberammergau. La bruma hacía muy suave los contrastes y los colores.
Después de dos horas llegamos a la cima. Toda la subida habíamos tenido temperaturas muy
agradables, pero en la cima soplaba un viento frío y fuerte desde el nordeste. Nos pusimos
las chaquetas en seguida. Después de contemplar el panorama hacía el norte - se podía
ver el lago Staffelsee - bajamos a una cabaña, donde almorzamos. Había una muchedumbre
allí, sí, el octubre es la estación para hacer senderismo, y a esta cabaña llegan
diferentes caminos.
A las tres y media de la tarde empezamos con la bajada, con poca prisa caminamos bajo
el sol espléndido hacia el oeste para llegar a Bad Kohlgrub, donde subimos al autobús.
¡Qué día dorado de octubre!
Caminata por las montañas: Neureuth
16 de octubre 2005
Como unos amigos no podían participar el sábado en la subida al Mittleres Hörnle, se citaron
para el domingo. Eligieron la misma caminata que hicimos ya en julio, pero - para hacerlo más
interesante - quisieron caminar la ruta en dirección contraría. Como ya he indicado antes,
esta región está muy popular para los inhabitantes de Múnich - ¡y mucho más en otoño!
Así no es asombroso que el tren estuviera repleto y la subida al Neureuth parecía
un desfile de senderistas. Para evitar a la muchedumbre, los amigos doblaron por una senda
más tranquila para bajar al lago Schliersee: el 'camino del principe'.
Aunque no existen fotos de prueba, estad seguro de que esta caminata fue tan bonito como la
del sábado: mucho sol y unas vistas maravillosas.
Una vista diferente: Excursión a Salzburg
23 de octubre 2005
¿Quién no conoce Salzburg (Salsburgo), la ciudad donde nació Mozart? ¿Quién no conoce a Mozart?
Claro que nosotros - después de visitar al jardín Mirabellgarten con su colección de enanos
de piedra grotescos - nos damos prisa para visitar la casa natal de Mozart. Después paseamos
por la pintoresca Getreidegasse ("calle de los cereales") y echamos una mirada en la catedral.
Detrás de la iglesia hay una escalera con mil escalones, la que subimos a la famosa fortaleza,
que se encuentra encima de un monte pequeño. Allí cobran una famosa entrada: 8,70 Euros
por persona. Cuando estuve hace unos 10 años, costó 30 Schilling, que valían menos de
2 Euros. ¡Qué aumento!
Bueno, nos pusimos de acuerdo en no entrar, y así ahorramos 87 Euros. Nos sentimos como
catalanes, pero catalanes felices. Teníamos hambre, por eso seguimos un cartel que indicaba
un local. Atravesamos un bosque y subimos al próximo monte y ... ¡qué sorpresa! Hay restos
de otras fortificaciones integrados en un parque, desde donde se ve los muros blancos de
la Fortaleza de Salzburg en el otro monte, una vista diferente, una vista interesante.
Además se ve las montañas altas al sur de Salzburg, una vista muy bonita. Tomamos el sol
y disfrutamos del panorama. Gracias al precio alto de la entrada habíamos encontrado este
sitio precioso. Estuvimos muy contentos con nuestra decisión de no entrar en la fortaleza.
Cuando las nubes taparon el sol, nos fuimos y tomamos un cafecito en un local con terraza
con una vista impresionante sobre toda la ciudad. Abajo, la gente en la Getreidegasse parecía
hormigas.
Por otra escalera bajamos a la ciudad. Después de visitar al famoso Festspielhaus, donde
ponen conciertos y obras de teatro, y a la Pferdeschwemme, donde los carruajeros abrevan
sus caballos, cenamos en el Sternbräu. ¿Y qué comimos como postre? Claro, los famosos
'Salzburger Nockerln'. Contentos, muy contentos (y llenos) fuimos bajo la lluvia a la estación.
Una cima con ventaja: Subida al Seebergkopf
30 de octubre 2005
El Seebergkopf tiene una desventaja: No hay restaurante en la cima o cerca de la cima,
no siquiera una cabaña donde se venda cerveza fresca. Pero esta desventaja se cambia
en ventaja en estos días de otoño, cuando todos los ciudadanos de Baviera quieren subir
a las montañas: En las cimas con cabaña hay una muchedumbre, en las cimas sin cabaña
relativamente poca gente.
Subimos desde Bayrischzell por una senda estrecha y empinada, que transcurre casi siempre
muy cerca del pendiente. El primer tramo tuvimos que caminar a la sombra, pero después de
media hora llegamos a la cuesta sureste y el sol espléndido encendió los colores del
follaje otoñal, ¡qué hermosura! Subimos y por unos prados entreverados de rocas llegamos
a una cabaña ... ¡sin cerveza! Allí hay una vista maravillosa al sur a las montañas
bajas cubiertas de bosques, a las montañas rocosas más altas y en la lejanía las cordilleras
muy altas cubiertas de nieve. ¡Qué impresión! Después de una corta pausa subimos una hora
más y llegamos a la cima. Allí se abre la vista hacia el norte y el este.
La pendiente es casi perpendicular y unos 700 metros más abajo se ve las chiquitas casas
de Bayrischzell: ¡Qué vertigo! Pero la vista es una maravilla.
Enfrente se alza el Wendelstein, detras de sus faldas las montañas alrededor
del valle del Inn hasta la cordillera del Wilder Kaiser, que se esconde un poquito detras
del Gran Traithen, que está muy cerca, y en la lejanía se ve la cordillera de las Hohe Tauern
con el Großvenediger, y al sur el Sonnwendjoch y en el oeste entre otras montañas la Rotwand.
Se ven innumerables montañas. Tomamos el sol, comimos nuestras meriendas, tomamos agua, pero
un amigo sacó de su mochila ... ¡una botella de cerveza! Así disfrutamos de la vida.
Pero en otoño los días ya son cortas, y tuvimos que bajar antes de que se pusiera el sol.
Bajamos por otro camino, una senda estropeada y resbaladiza de polvo, arena y casquillos,
y siempre cerca de la pendiente escarpada. Tuvimos que caminar con mucha precaución.
Este tramo era muy fatigoso, y por eso estuvimos contentos cuando llegamos a un
camino forestal cómodo, que bajaba hasta una granja, donde doblamos a otro camino
que nos llevaba a Geitau. Justo en el momento cuando llegamos en esta aldea, un
rebaño de vacas regresaba del pasto al establo. Tuvimos que caminar juntos con las vacas
por toda la aldea. Entre los cuernos nos sentimos un poquito como en una corrida.
Por suerte las vacas bávaras son más pacíficas que los torres españoles. Entramos
en el único restaurante del pueblo y cenamos riquísimo.
Bajo un cielo lleno de estrellas caminamos a la estación de tren.
Cuidado: Esta caminata se recomienda sólo para gente que saben bien hacer senderismo
por las montañas y que no tiene vertigo.
Leonhardifahrt Bad Tölz
5 de noviembre 2005
Tuvimos que levantarnos muy temprano, porque empezó ya a las 9 horas: la famosa Leonhardifahrt
en Bad Tölz. Es una peregrinación con coches de caballos. Llegamos a tiempo y encontramos un
buen sitio para ver el defile de las carrozas. Una carroza después de la otra pasaba para
subir la cuesta empinada al Monte Calvario. Las carrozas estaban adornadas con ramas y
flores, muchas de ellas además pintadas profusamente con escenas de la vida de San Leonardo
y con otros movivos religiosos. En las carrozas estaban sentados mujeres u hombres
- no mezclados - en diferentes trajes típicos. Hay traje para soltera y traje para mujer
casada. Y hay traje para hombres - igual según esten casado o no: Pantalón de cuero, chaqueta
de lana y un sombrero de visera corta. Cada carroza fue tirada por cuatro caballos fuertes.
Entre el desfile iban también jinetes en sus caballos. Cuando el últimos de las 87 coches
había pasado, seguimos el desfile y subimos tambien al Monte Calvario, donde hay una
iglesia chiquita. En la iglesia caben pocas personas y como habían seguramente más de
10.000 peregrinos, la Misa se celebró al aire libre en la lluvia. Si llovía. Tengo que
confesar que no asistimos a la Misa, miramos las carrozas y los caballos. ¡Pobres caballos!
Nosotros teníamos nuestros paraguas, y los peregrinos protegieron sus trajes valiosos con
hojas de plástico o impermeables transparentes, pero los caballos estaban calados hasta los
huesos.
Bajamos al casco viejo de Bad Tölz, para buscarnos un buen sitio. Porque después de la Misa
tradicionalmente hay otro desfile: Las carrozas bajan despacio - como es muy peligroso - del
Monte Calvario y después suben a alta velocidad - ¡al galope! - por la Calle del Mercado
hasta otra iglesia. Y este espectáculo queríamos ver. No éramos los únicos. Cuando llegamos
a la Calle del Mercado ya había miles de espectadores. Pero encontramos un sitio más o menos
bueno. Pero, ¡qué pena! Justo en el momento cuando se acercaron los primeros coches al galope,
la lluvia se aumentó a aguacero, y también los espectadores que antes habían cerrado sus
paraguas por considerción, ahora los abrieron. Y en vez de las carrozas vimos casi
exclusivamente un muro de paraguas. Pero no obstante era muy divertido. A las dos se terminó
la fiesta, y como era imposible encontrar ni una silla libre en uno de los tantos restaurantes
de Bad Tölz, subimos al tren y fuimos en dirección a las montañas al pueblo Lenggries,
donde comimos en el 'Der Altwirt', ¡muy recomendable!
Un día regalado: Subida al Rechelkopf
13 de noviembre 2005
"Geschenkte Tage" - "días regalados" - llaman los Alemanes a estos días que son más bonitos
de lo que se pensaba. Por ejemplo, cuando en noviembre - en Alemania normalmente un mes
gris y frío - hace sol y temperaturas soportables. Aprovechamos de este día regalado y fuimos
otra vez a las montañas. Este año ya hemos ido diez veces.
Desde Gaisach, un pueblo chiquito al sur de Bad Tölz, subimos por una senda empinada al
Rechelkopf. Había mucho barro, piedras y raíces, además estaba resbaladiza por el follaje de
los árboles que había caido al suelo.
Pero en general el camino no es difícil. Desde un pasto en medio del bosque tuvimos una vista
bonita al norte, sobre Bad Tölz, donde estuvimos el fin de semana anterior para visitar
la peregrinación con coches de caballos. Después de unas dos horas llegamos a la cima.
Aunque el Rechelkopf sólo tiene una altura de 1.330 metros, hay un panorama estupendo
sobre las montañas cercanas y las cordilleras lejanas. Discutimos qué monte ya hemos
subido y a qué cima queremos subir los años que vienen. Comimos nuestras meriendas -
que tuvimos que compartir con un perro - y tomamos el sol una horita. Después bajamos
por el mismo camino. De repente soplaba un viento frío, y abajo en el valle crecía
la niebla. En los troncos de los árboles talados había hielo y en la hierba escarcha,
no se había deshecho durante todo el día. Sí, el invierno está al llegar. Más abajo, el
sol se escondía detrás de un velo de niebla, así que parecía la luna. En un claro había una
cabanita, circundada por árboles oscuros y la niebla, un aspecto muy romántico. Fuimos a
Lenggries y cenamos como la semana anterior en el Altwirt. Sí, este día era un día regalado.
Caminata por la nieve: Entre el Lago de Weßling y el lago Wörthsee
20 de noviembre 2005
Acabó de llegar el invierno, con nieve y frío. Pero eso no es una excusa para quedarse en casa.
Hicimos una bonita caminata desde Weßling, pasando por las orillas del lago de Weßling,
subiendo al Klausbühl ("Colina de Klaus") - que erigí yo hace unos años ... bueno, claro,
sólo una broma -, bajando al valle soleado y subiendo a otra colina, desde donde vimos
en el horizonte los Alpes, desde el Zugspitze hasta las montañas del Allgäu. Queríamos almorzar
en el 'Sepperlwirt', pero no había sitio, estaba repleto el local. Por eso seguimos caminando
a la próxima aldea, donde comimos. Después bajamos al lago Wörthsee, dimos un paseo por las
orillas y terminamos esta caminata por la nieve en la estación de Steinebach.
Dos mercados navideños de un tiro: Traunstein y Rosenheim
26 de noviembre 2005
Traunstein es una ciudad pequeña, situada al sureste del lago Chiemsee, cerca de las montañas.
Tiene casas bonitas y unas torres que quedaron de la muralla antigua, que no existe más.
El casco viejo es chiquito e igualmente el mercado navideño: unos 30 tenderetes, muy bonitos
e interesantes, pero ya después de poco tiempo habíamos visto todo. ¿Qué hacer con el resto
del día? Bajamos a las orillas del río Traun, un río chiquito. Subimos a una colina. Aunque
desde abajo no parecía muy alta, tuvimos desde la cima una vista estupenda sobre los tejados,
torres y campanarios cubiertos de nieve hasta las montañas blancas nevadas. Después de un
corto paseo por la nieve bajamos otra vez al mercado navideño, tomamos un 'Glühwein' (vino
caliente con especias) y tomamos la decisión de visitar un mercado navideño más grande.
El de Traunstein es bonito, pero muy pequeño. Fuimos en tren a Rosenheim. Cuando llegamos,
teníamos frío y hambre, por eso cenamos en seguida. Después - calientes y satisfechos -
fuimos al mercado navideño. ¡Sí! Más grande, más variedad, más gente. Y nos alegramos de
los sabores, de los olores y de las luces que iluminaban la noche. Qué bonito. Qué bonita
excursión: Dos mercados navideños de un tiro.
Corrida de los Demonios - Perchtenlauf 2005
3 de diciembre 2005
Desde lejos oímos el sonido de tambores. Se acercó. Más cerca, más alto. Y de repente doblaron
músicos vestidos de rojo por la esquina, seguidos por demonios peludos con cuernos y dientes
afilados, y unos de ellos atacaron a nosotros con gritos escalofriantes.
Bueno, no nos asustamos mucho, porque ya sabemos que no es peligroso. Ya el año pasado
asistimos a un Perchtenlauf ("Corrida de los Demonios"). Unos 50 personas, disfrazadas
con pieles y máscaras de madera corren por las calles, en cada casa tocan a la puerta,
y cuando se abren las puertas, los Perchten bailan y cantan y desean un buen Año Nuevo.
El origen de esta costumbre derive de los Germanos y Celtas, y se ha mezclado con aspectos
de la religión cristiana. Es típico de la región alpina de Baviera y Austria.
Corrimos juntos con los Perchten unas dos horas, y cuando estabamos mojados y fríos por la
lluvía permanente, fuimos a un restaurante para cenar, todavía hablando sobre el Perchtenlauf.
Quien todavía no ha visto este espectáculo, tiene que ir un día. Nosotros iremos seguramente
el año que viene otra vez. ¡Anímate, ven!
Mercado navideño medieval
11 de diciembre 2005
La Edad Media está de moda: Fiestas medievales, luchas de caballeros medievales,
mercados medievales durante todo el año. Y desde unos pocos años tenemos en Múnich un
"mercado navideño medieval". ¿Qué es? Bueno, en las tenderetes de estilo gótica se venden
cosas imprescendibles para Navidad como espadas y hachas de guerra. Además ropa,
instrumentos musicales, joyas, adornos, juguetes, todo de lana, madera, piedra, metal,
nada de plástico. Qué bien. Y también hay - es inevitable - tenderetes donde se vende
comida bien hecha según recetas medievales - o que se afirma que son medievales.
Representaciones de comediantes completan la ilusión.
Justo en el momento en que terminamos la vuelta por el mercado, llegaron unos amigos más.
Queríamos esperar hasta que ellos acabaran de echar una mirada al mercado, pero como hacía
temperaturas bajo cero, teníamos frío muy rápidamente. Por eso nos fuimos al
"Pfälzer Weinstube", un local, donde se ofrece sólo vino. ¿Un local sin cerveza en Baviera?
Seguramente era la primera excursión de la Tertulia, en la que nadie se tomó una cerveza.
Fiesta de Navidad
16 de diciembre 2005
Nuestra Fiesta de Navidad es tan famoso que acuden los amigos de todas partes del mundo.
Bueno... de todas partes de Múnich y alrededores. Pero una amiga vino ¡desde Hamburgo!,
extra para la fiesta. En total unos 60 amigos, celebramos en un nuevo local, la sala grande muy bonita adornada,
las camareras muy amables y la comida deliciosa. Cenamos, cantamos, tocamos las castañuelas,
bailamos Flamenco, Salsa, Merengue y Bachata, y charlamos mucho con todos los amigos,
de los cuales algunos no habíamos visto desde mucho tiempo. ¡Una fiesta muy bonita!
Krampuslauf en Múnich
18 de diciembre 2005
El Krampus, también llamado "Knecht Ruprecht", es en la mitología cristiana de la región
de los Alpes uno de los Perchten que fue domesticado y desde entonces sirve como ayudante
de San Nicolás (Santa Claus). Mientras Santa Claus entrega regalitos para los niños buenos,
el Krampus castiga a los niños malos.
Bueno, nosotros como niños buenos, fuimos optimístas y sin miedo al Krampuslauf (corrida
de de los Krampuses). Pero cuando les vimos, ya nos asustamos un poquíto: Demonios peludos
gigantes con cuernos y caras horribles corrieron por las calles del casco histórico de Múnich
y pegaban a los paseantes, con preferencia a las chicas guapas.
Chicas guapas siempre son niñas malas, ¿no? De repente me tocó una mano en el hombro,
una mano llena de sangre y con uñas largas y afiladas. Me volví y vi a una bruja feísima
que empezó a reirse. Sí, saben bien asustarte. Corrimos casi una hora con los
Krampuses, y cuando tuvimos frío, fuímos cada uno a su casa, como ya era tarde.
©2005 Fotos por Marga(*), Eduardo(**), Andi(***) y Klaus