Este año hemos hecho 83 excursiones, caminatas, fiestas y otras actividades, además nos reunimos 52 veces - todos los jueves - en la tertulia.
Enero - abril 2010:
Hay una costumbre antigua en algunas regiones de Baviera: Entre Navidad y Reyes Magos los jovenes se disfrazan de demonios y corren por las calles, haciendo ruido y tocan a las puertas. Cuando abren, cantan y bailan y desean un feliz Año Nuevo. Los demonios son más o menos pacíficos, sólo de vez en cuando asustan a las chicas, jejeje. Este espectáculo es muy divertido, por eso asitimos cada año ya desde hace unos años.
En el pueblo Rottach viven los "Roßnarrische" - una palabra típica bávara para aficionados a los caballos. Allí se organizan cada año dos acontecimientos (eventos) con caballos: El famoso Roßtag - "Día del Caballo" - en agosto (que la Tertulia visitó en 2006) y la Bäuerliches Pferdeschlittenrennen - "carrera campesina en trineos de caballo". Habían diferentes competiciones con diferentes razas de caballos y diferentes típos de trineos: Trineos antiguos de paseo tirado por los Haflinger, trineos de trabajo campesino con Noriker - und raza muy grande y fuerte, trineos de deporte con caballos árabes, e incluso ponys que tiraban trineos pequeños construidos a mano por los campesinos y conducido pos sus hijos y hijas. Todas las carreras fueron muy divertidas y el locutor las comentó con mucho humor bávaro. Nos gustó mucho a todos - incluido a los tres españoles que participaron. Después de la carrera caminamos a las orillas del lago Tegernsee y regresamos en barco a la estación de ferrocarril.
Habíamos planeado una caminata. Pero sólo una contertuliana me esperaba en el punto de encuentro. Quizás los demás no querían salir por el frío que hacía. La contertuliana estaba triste que no había podido participar el domingo anterior en la carrera de trineos de caballos. "Bueno, conosco otra carrera que tiene lugar hoy", dije yo. ¡Claro que fuimos allá! Bajamos del autobús en el pueblo pequeño Elbach y caminamos un kilómetro hasta que llegamos a la Streitwiese - "campo de pelea", donde ya habían muchos caballos bonitos. Poco después empezaron las carreras. A diferencia de la carrera de Rottach la semana anterior, aquí había competiciones de trineos pero también de jinetes. ¡Qué impresión, los caballos a todo galope, los gritos de los jinetes, las cascos suonaban en el suelo y la nieve volaba por el aire! Después de la carrera fuimos a la fonda del pueblo, para brindar con los vencedores. ¡Un día inolvidable!
Melo, una ciudad en Uruguay, espera la visita del Papa. Los ciudadanos son pobres y esperan ganar un poquito de dinero con los visitantes. Algunos quieren vender empanadas y pasteles, otros carne asado, otros bebidas. Beto, el protagonista, tiene la idea de construir un baño publico, para cobrar entrada... La película de los directores Enrique Fernández y César Charlone es una mezcla de humor y tristeza, de esperanza y desilusión. ¡Recomendable! También recomendable es el local donde fuimos después a cenar: "Los faroles" - la cocina típica española.
Vimos "Tapas mixtas", una colleción de cortometrajes (alem.: Kurzfilme) muy variada:
Un día estupendo: El cielo azul profundo, las montañas nevadas relucían en el sol radiante. Fuimos en tren a Garmisch para hacer una caminata por el famoso camino panorámico Kramerplateauweg, que ofrece vistas maravillosas al valle ancho y las montañas más altas de Alemania: el Zugspitze y el Alpspitze. Disfrutamos del sol y de las temperaturas agradable. En todas partes se deshacía la nieve, pero en el camino había hielo resbaladizo. Cuidosamente caminamos hasta el mirador Krepelschrofen, volvimos y nos sentamos en la terraza del local Almhütte, famoso por sus postres dulces. En la terraza hacía calor: El termómetro colgado en la pared indicaba ¡40°C! - bueno, al sol, jejeje. Pero sentarse en febrero al aire libre sin chaqueta, eso pasa muy raramente en Alemania. ¡Muy agradable! Después de la comida fuimos a un lugar donde se alimentan los ciervos salvajes, se los puede observar fácilmente, porque no tienen miedo en invierno, que no es estación de caza. Bajamos por otro camino a Garmisch, y cuando se puso el sol, subimos al tren, que estaba lleno de esquiadores.
Un autor de guiones ha cambiado su nombre para terminar con su vida anterior. Pero no se puede olvidar el pasado... Con escenas retrospectivas muy desconcertantes, Pedro Almodóvar cuenta una historia de pasión y emoción. Excelentemente dirigida y con buenos actores. ¡Recomendable!
El título de mi reportaje es una pequeña mentira: Desde la parada del autobús caminamos sólo un cuarto de hora al Wildbad Kreuth, y después - la mayor parte de la caminata - unas dos horas a Rottach. Pero el destino fue el Wildbad Kreuth, en tiempos pasados un balneario y sanatorio para los nobles de Europa. Hoy en día el edificio sirve como centro de congresos y una vez al año para la reunión del partido conservador CSU, una reunión que se ha hecho proverbial: "El espiritú de Kreuth". El agua que sale allá del manantial sirve contro enfermedades de los pulmones y del intestino. Pero seguramente no para la salud mental: Si sea así, los políticos tomarían mejores decisiones, jejeje. El edificio del balneario es digno de verse. Dimos una vuelta por el areal y doblamos al valle del río Weißach. El camino estaba en malas condiciones: hielo, nieve, barro, charcos ... una amiga se mojó los zapatos. Por eso entramos más pronto de lo planeado en un local. ¿Entramos? ¡No!, nos sentamos en la terraza al sol y almorzamos riquísimo. Después seguimos caminando, siempre a lo largo del río Weißach, que fluye alegre por rápidos y cataratas pequeñas hacia el norte. En Rottach subimos a un autobús que nos llevó directamente a Múnich.
Fuimos en tren a Eschenlohe, bajamos y cuzamos el río Loisach. Por prados anchos que permiten una vista panorámica a la cordillera Estergebirge y al Zugspitze, el monte más alto de Alemania. Todas las montañas todavía cubiertas de nieve - ¡una impresión impresionante! Cómodamente caminamos hasta que llegamos a los "Siete Fuentes", no son siete, pero el agua es muy clara y fresca. Atravesamos un bosque y cuando salimos, hicimos una pausa en un banco, con vista al Zugspitze. Caminamos los últimos dos kilómetros por una llanura y llegamos a Oberau, donde almorzamos en la terraza de un local pequeño - al aire libre en marzo, una experiencia muy rara en Alemania, pero sí, había unos 20°C. Disfrutamos de la vida y del pescado de la parilla, ¡qué rico! Después dimos un "paseo de digestión" por el pueblo, subimos a una capilla en la cima de una colina, desde donde se tiene una vista bonita al valle y las cordilleras, y por las orillas del Loisach hasta que llegamos a la estación de ferrocarril.
En la tertulia hay pocos aficionados al fútbol. Pero hay. Para ahcerlo más soportable para los menos aficionados, nos encontramos en un local exótico: Ned Kellys es un restaurante australiano. Aquí habían puesto varias pantallas gigantes y ponían la emisión de una cadena inglesa del partido Manchester United vs. FC Bayern München. Cenamos, tomamos cerveza australiano o irlandesa, y nos divertimos mucho. ¡Qué atmósfera había! Y todos - alemanes y ingleses - eramos amigos celebrado juntos los cinco goles. Al final estuvimos todos contentos: Los ingleses porque ManU ha ganado 3:2. Los alemanes porque el FCB - que ganó el primer partido 2:1 - llegó al partido semifinal.
Como suele pasar que nos perdemos de vista, sacamos la "foto de grupo" ya delante de la entrada. Y entramos al zoo. Poco después llegaron otros amigos. Bueno, vamos a sacar otro foto de grupo más tarde. Juntos empezamos a caminar y llegamos a una exhibición de aves de presa volandos. Y ya nos habíamos perdido de vista. ¡Qué bién que hay móviles/celulares! Nos citamos donde los elefantes. Los elefantes mayores estaban afuera y mostraban sus habilidades. El bebé elefante se quedó en la casa, porque hacía un viento frío. En medio de una muchedumbre de niños excitados, observamos los pasos inciertos del elefante chiquito. Cuando hubimos visto suficiente, seguimos con la visita al zoo: Había leones, cebras, pavianes, pingüinos, focas, pollo con arroz, papas fritas con ketchup, rinocerontes, pelicanos, osos, murciélagos, pájaros, monos, cocodrilos, serpientes, peces. ¿He olvidado algo? Claro que mientras tanto nos habíamos perdido de vista y reencontrado varias veces. A las cinco de la tarde nos citamos de nuevo por móvil, pero Peter y sus hijos ya salieron del zoo, así tambien la "foto de grupo" al final no muestra a todos los participantes. Eso suele pasar cada vez que vamos al zoo.
Empezamos caminar en Hechendorf, pasando por jardines llenos de flores llegamos a los bosques claros - las hayas (alem.: Buchen) todavía no llevaban follaje. Por eso los rayos del sol llegaron hasta el suelo y allá florecían las flores selvajes típicas de la primavera alemána: Anémonas blancas y azules, ranúnculos amarillos y trifolia blanca. Y cantaban los pajaros por todas partes. Después de una hora llegamos a un montecillo, desde donde tuvimos una vista panorámica del lago Ammersee. Desgraciadamente había mucha bruma - quizás por este volcán de Islanda que entró en erupción hace unos días, jejeje - y no se veían las montañas. Normalmente se ve el Zugspitze, el monte más alto de Alemania, en el sur del lago. Bajamos al pueblo Breitbrunn, donde almorzamos en el "Platzhirsch", muy recomendable. Después caminamos por senderos tranquilos al pueblo Rauch, desde donde ya vimos nuestra meta: La bahía de Herrsching. Bajamos al lago y por las orillas caminamos a la estación de tren de cercanías.
La Oktoberfest que tiene lugar cada año en otoño, es muy famosa. No todo el mundo sabe que hay una "Fiesta de Primavera", en el mismo sitio, con las mismas atracciones y con carpas gigantes de las cervecerías. Pero el Frühlingsfest es más pequeña, sólo una cuarta parte de la Oktoberfest. Nos encontramos a las 7 de la tarde, demasiado temprano para muchos contertulios que tienen que trabajar. Pero a esta hora se encuentra muy facíl sitio en las carpas. El año pasado fuimos a la carpa de la cervecería Augustiner, este año probamos la carpa "Hippodrom", que ha abierto este año por primera vez en el Frühlingsfest. Había buena comida, buena música y nos divertimos mucho. Quando cerraron, salimos a la noche y dimos un paseo por todas las atracciones iluminadas como la noria gigante, la montaña rusa, el tobogán y el tiovivo. Nos gustó la Frühlingsfest, la "hermana pequeña" de la Oktoberfest.
Hace unas semanas vimos juntos un partido de fútbol juntos en un local y nos gustó la atmósfera. Por eso decidimos repetir esta actividad. Un amigo nos recomendió el local Hubertus, donde pusieron el partido semifinal Lyon vs. Bayern München en dos pantallas gigantes. Buena cerveza, buena comida y una atmósfera fantástica. Ah, casi he olvidado, jejeje: Bayern ganó con 3:0.
©2010 Fotos por Jutta(*) y Klaus