Informe anual 2007
Caminata por las montañas y por la nieve: Firstalm
7 de enero 2007
¿Meteorólogos? ¡Mentirólogos! Habían pronosticado que por la tarde iba a hacer sol. Cuando
bajamos del autobús, lloviznaba. Pero muy optimistas, subimos por un camino cubierto de nieve
y hielo y por eso muy resbaladizo. ¡Qué bien que llevamos nuestros bastones!
Después de una hora llegamos al final de este camino y seguimos subiendo sin camino por una
campa nevada muy empinada. Vimos ya la cabaña arriba, y eso nos dio fuerzos. En la cabaña
Obere Firstalm almorzamos y nos calentamos. Cuando salimos, todavía no hacía sol. ¡Mentirólogos!
Así tuvimos una vista bonita a las nubes, que cubrían las cimas de las montañas. Bueno,
también es interesante y además hicimos un poquito deporte al aire libre. Pero con sol hubiera
sido más bonito.
Bajamos por otro camino, totalmente cubierto de nieve y menos resbaladizo. Llegamos a la
parada del autobús y como teníamos que esperar media hora, entramos en una fonda al lado.
En la sala chiquita tomamos un cafecito y admiramos la colección de animales disecados
en las paredes: un rebeco, un jabali, un muflón, una marta, una comadreja, un ratonero,
un arrendajo y no sé cuantos animales más. ¡Muy curioso!
Abril en enero: Caminata cerca de Aying
14 de enero 2007
En enero la Tertulia suele hacer caminatas por la nieve. ¿Qué nieve? Este invierno todavía
no ha nevado, sólo hay poca nieve en las montañas. Por eso hicimos una caminata "normal", por
prados verdes y por bosques. Cuando bajamos del tren en Aying, hacía sol y vimos un arco iris.
Caminamos por el pueblo y pasamos por la famosa cervecería de Aying. Es muy raro que la Tertulia
pase por una cervecería sin entrar, pero habíamos planeado de entrar a la vuelta.
¡Una vez es suficiente!
Por el camino hacía inicialmente sol, después nos cayó un chubasco encima, de nuevo salió el
sol de entre las nubes, vimos otro arco iris, después llegaron más nubes, soplaba un viento
fuerte. El tiempo era como normalmente en abril.
Llegamos a la aldea Kleinhelfendorf, que - como dice su nombre - es muy chiquita. Pero hay un
restaurante típico bávaro, donde almorzamos. Cuando salimos del local, hacía sol. Visitamos
la capilla, que muestra una escena del martirio de San Emmeram, que fue torturado justamente
a este lado hace unos 1300 años. Cuando salimos de la capilla, llovía. Pero ya cinco minutos
más tarde, brillaba el sol de nuevo, y se quedó soleado durante toda la vuelta a Aying.
Y ahora entramos en la cervecería y probamos la cerveca famosa de Aying.
Un museo multimedial: Mensch und Natur
21 de enero 2007
El Museo "Mensch und Natur" - "El hombre y la naturaleza" - existe ya desde hace unos 15 años,
pero todavía yo no había ido y la Tertulia tampoco. ¡Ya era hora!
El museo muestra diferentes temas como la creación de la tierra (vulcanismo, geología,
minerales), el desarroyo de la vida (desde los organismos unicelulares pasando por los saurios
y primeras aves hasta el hombre) o la genética, en una forma multimedial e interactiva, con
vídeos, grabaciones, animaciones cibernéticas, experimentos y juegos, muy interesantes
y divertidos. Las horas pasaban volando y no salimos antes de que el museo cerrara.
Fuimos al restaurante Metzgerwirt y cenamos muy rico.
Caminata por las orillas nevadas: Feldafing
28 de enero 2006
¡Por fin nieve! Claro que hicimos una caminata por la nieve.
Y no sólo caminamos: Hicimos un muñeco de nieve (alem.: Schneemann), libramos una batalla de
bolas de nieve (alem.: Schneeballschlacht) y formamos "angelitos" en la nieve.
Desde Feldafing bajamos por un vallecito estrecho romántico a las orillas del lago de Starnberg,
las que seguimos hasta Tutzing. El sol brillaba y se reflejaba en las aguas, y la nieve relucía
la luz cegadora. ¡Qué bonito es en invierno cuando hace sol! En Tutzing almorzamos y después
subimos a la colina empinada Ilkahöhe, desde donde tuvimos una vista bonita sobre el lago y
las montañas lejanas, y tuvimos mucha nieve para otra batalla de bolas de nieve:
¡Pun! ¡Venganza! ¡Pun! ¡Pun!
El encanto del invierno: En el monte Brauneck
4 de febrero
Normalmente no me gusta el invierno. Pero cuando hay nieve y hace sol y yo estoy en las montañas
- ¡entonces me encanta el invierno!
Subimos en teleférico al Brauneck. Quien piensa ahora que somos perezosos, se equivoca. Arriba
empiezan varias sendas de las cuales sólo se puede caminar dos también en invierno: El "camino
panorámico" y el camino a la cima. ¡Decidimos hacer ambas!
Por la senda nevada subimos a la cima, desde donde teníamos una vista maravillosa sobre los
Alpes, también vimos el Großglockner, el monte más alto de Austria. El sol brillaba de un cielo
despejado y de profundo azul y la nieve reflejaba la luz cegadora, casí teníamos que cerrar los
ojos. Bajamos en dirección oeste hasta que nos acercamos a la próxima cima, el Schrödelstein,
pero no subimos, hay que escalar y eso no es agradable con nieve y hielo. Al lado de este cima
rocosa tomamos un atajo por una senda muy estrecha, el único trayecto un poquito difícil de
nuestra caminata. Cruzamos un campo de nieve ancho y llegamos más abajo al "camino parorámico.
¡Este camino merece su nombre! Lo seguimos hasta la cabaña Stie-Alm, donde tomamos una cervecita
y ¡tomamos el sol! Así me encanta el invierno!
Desfile de Carnaval en Múnich
11 de febrero 2007
El carnaval de Múnich no es tan famoso como lo de Rio de Janeiro, Tenerife o Colonia, pero, sí,
existe. Y desde al año pasado - después de una pausa de 35 años - hay tambien otra vez un
desfile de carros adornados, bandas de música y bailarines. ¡Vamos, compañeros!
Cuando nos encontramos, hacía sol. En el Königsplatz esperamos la llegada del desfile, juntos
con miles de espectadores, algunos de ellos disfrazados. Nosotros nos habíamos disfrazados como
contertulianos ... ¡pero tocamos las castañuelas! Desde la lejanía oimos música, y por fin
llegaron los primeros carros, uno en forma de la catedral de Colonia, otro en forma de un
gran barco adornado con miles de flores. Y llegaron músicos, las chicas en minifalda -
¡qué frío! - tocando trombones y flautas, los chicos con máscaras del diablo tocando tambores.
Después pasó un grupo de bailarines, y pasaron otros carros. Cuando vinieron las bailarinas
más guapas ... ¡empezó un aguacero horrible! Las bailarines y los espectadores y nosotros
también nos calamos hasta los huesos. Nos fuimos, y caminando por la fuerte lluvia llegamos
al famoso Hofbräuhaus, donde almorzamos. Después dimos un paseo por el Jardín Inglés, hasta
que se puso el sol. Sí, había salido de nuevo el sol.
El lago y el monte: Desde Gmund al Neureuth
18 de febrero 2007
Parece que este año el invierno sólo ha durado unas tres semanas. En la llanura ya se ha
quitado la nieve y florecen las primeras flores.
Fuimos a Gmund, una aldea chiquita en las orillas del lago Tegernsee. Caminamos hacia el sur y
disfrutamos del sol radiante y de la vista sobre el lago y las montañas nevadas en la otra
orilla. Cuando llegamos a la aldea San Quirin, dejamos las orillas y subimos a las colinas
desde donde teníamos unas vistas maravillosas sobre el lago. Pasamos por una granja donde
había llamas ... ¡llamas en Baviera!
Después empezó la subida empinada al monte Ostiner Berg, mejor conocido como Neureuth. Cerca
de la cima había todavía nieve - los restos del invierno. En la terraza de la cabaña había una
muchedumbre - tuvimos que esperar mucho hasta que nos sirvieron nuestras bebidas y comidas.
Pero recibimos compensación con un panorama estupendo: abajo el lago, circundado por las
montañas nevadas. El viento era frío, pero el sol calentaba.
En la bajada tuvimos que tener mucho cuidado, porque había mucho hielo en el camino, pero
llegamos bien al pueblo Tegernsee, donde cenamos en el famoso Bräustüberl.
Ábrete sésamo - Landsberg am Lech
25 de febrero 2007
Un día gris, chubascos pronosticados, tiempo para una excursión a otra ciudad. Landsberg es una
ciudad pequeña con una larga historia, está situada a orillas del río Lech. Tiene restos
de la muralla medieval, con torres, puertas y otras fortificaciones, además casas antiguas
e iglesias bellas. Cuando ya habíamos visitado la mitad de la ciudad, entramos en un local
para almorzar. Charlamos con el dueño, que estaba encantado de conocer a tantos españoles,
y nos dio una llave: ¿Quereis subir a una de las torres? - ¡Síííí, claro!, respondimos
todos al unisono. Fuimos a la torre, abrimos la puerta con la llave - ¡ábrete sésamo!
y entramos clandestinamente. Subimos por las escaleras medievales tan estrechas que dan
angustia, y llegamos a la cima de la torre donde soplaba un viento frío. Tuvimos una vista
maravillosa de la ciudad. Después de haber disfrutado de la vista y del hecho que ésta torre
era "la nuestra", bajamos y cerramos la puerta. Seguimos paseando a lo largo de la muralla y
bajamos a las orillas del Lech, y después de haber visitado toda la ciudad, tomamos un
cafecito y regresamos a la estación del tren, todavía hablando de la suerte que teníamos con
el "ábrete sésamo".
La ciudad de las torres y el castillo blanco - Mindelheim
4 de marzo 2007
Mindelheim era una ciudad famosa en la Edad Media. Hoy en día es una ciudad pequeña y tranquila,
sólo cada tres años se llena de visitantes, cuando celebran su historia con una fiesta gigante:
el Frundsbergfest.
Pero este año no celebran, y por eso estaba muy tranquilo, cuando entramos por la puerta antigua
al casco histórico. Hay muchas torres y puertas bien renovadas, una belleza. Como la ciudad no
es muy grande, ya habíamos visto casi todo durante nuestro paseo de una hora. Buscamos un
local típico y encontramos el "Weinstube Dietz", que está un poquito escondido. El interior
tiene un aspecto medieval, mucha madera oscura y las paredes pintadas con escenas de caza,
bien adornado con objetos antiguos. Y la comida - ¡muy rica!
Después del almuerzo dimos un paseo a lo largo del río Mindel, un placer con el sol y las
temperaturas primaverales. Subimos por un bosque al castillo Mindelburg, muy bonito renovado,
los muros blancos, la torre blanca, las casas blancas bajo un cielo azul - ¡qué maravilla!
Y la vista: a un lado el valle con la ciudad, y al otro lado en la lejanía las cordilleras
nevadas de los Allgäuer Alpen.
De nuevo en la ciudad, concluimos este día bonito comiendo helado italiano. Por la puerta
salimos del casco histórico y echamos otra mirada al castillo blanco encima de la colina.
Vamos al Nockherberg
Otra vez al Nockherberg
12 de marzo 2007
18 de marzo 2007
Desde hace siglos es tradición en Baviera producir y tomar en cuaresma una cerveza mucho más
fuerte que lo normal. Y también es una tracición antigua celebrar la cerveza fuerte con fiestas
grandes. Desde hace unos años es tradición de la Tertulia de Hispanoparlantes visitar a una de
las fiestas, la más famosa en el Nockherberg. Y parece que es tradición que unos amigos pierdan
la primera fecha. Por eso también este año fuimos dos veces.
¿Y qué hicimos? Pedimos cada uno una "Mass", como se llaman estas jarras de un litro, y con
cada trago de esta cerveza sabrosa nos gustaba más la música hasta que cantamos juntos con los
músicos. Y cantar causa sed. Entonces pedimos otra Mass. Y la música nos gustaba mucho más.
Y cantamos más alto. Y pedimos otra Mass. Pero no nos emborachamos. ¡Creeme! Hicks...
Tomando sol: Por el Kramerplateau al Herrgottsschrofen
25 de marzo 2007
Había vuelto el invierno, con nieve en la llanura y mucha nieve en las montañas. Así nos
sorprendimos mucho que en el Kramerplateau, una meseta al lado del valle de Garmisch, sólo
había restos de nieve, que se derretían rápidamente por el sol fuerte.
Caminamos cómodamente por caminos buenos hacia el oeste, siempre con vistas estupendas a las
cimas rocosas del Alpspitze, del Waxenstein y del Zugspitze, todas cubiertas de nieve blanca
que relucía la luz fuerte del sol. Llegamos al Herrgottsschrofen, un montecillo desde donde se
tiene una vista maravillosa al valle y al Zugspitze. Allí tomamos el sol. Cuando nos entró el
hambre, regresamos por el mismo camino y doblamos a la cabaña Almhütte, donde almorzamos en la
terraza y después ... ¡tomamos el sol! Quien no vive en Alemania quizás no se puede inmaginar
que normalmente no se puede tomar el sol al aire libre en marzo, normalmente hace demasiado
frío. Estaba tan agradable que pasamos toda la tarde allí hasta que el sol se escondió detras
de los abetos altos. Regresamos despacio y doblamos hacia una capilla desde donde teníamos una
vista panorámica a los pueblos Garmisch y Partenkirchen y a las cordilleras nevadas Wetterstein
y Karwendel. Llenos de impresiones regresamos en tren.
Cruzando la frontera invisible: Subida al Castillo Thierberg
1 de abril 2007
Austriacos y bávaros son - etnológicalmente hablando - hermanos. Y los hermanos suelen pelear
de vez en cuando. Por eso se encuentran muchas fortificaciones y castillos de diferentes siglos
en la frontera entre Austria y Baviera. La gran Fortaleza de Kufstein ya la visitamos en el año
2005, este año queríamos visitar el Castillo Thierberg, que está al otro lado del río Inn en
visible desde la Fortaleza de Kufstein.
Bajamos del tren en Kiefersfelden en Baviera, y caminamos cruzando la frontera - que hoy en día
sólo existe en los mapas - a Austria al lago romántico Hechtsee, en cuyas aguas se reflejaban
las rocas nevadas de la cordillera Wilder Kaiser. Circundamos el lago, caminamos por un bosque
a otro lago más chiquito, y finalmente subimos por una cuesta empinada al castillo. Llegamos
sudando, pero valió la pena cada gota de sudor: Desde la torre del Castillo Thierberg tuvimos
un panorama de 360°: Al norte el valle del Inn con las orillas montañosas verdes, al este
detrás del valle las cordilleras rocosas del Wilder Kaiser con el Gamskogel (donde subimos en
2005), al sureste la ciudad de Kufstein con la fortaleza, al sur en la lejanía las montañas
nevadas de los Kitzbühler Alpen, al suroeste el impresionante monte Pendling (donde subimos
en 2006) y al oeste las montañas bosquejadas por los que habíamos subido al castillo.
Después de una pausa extensa, disfrutando de la vista, del sol y de la merienda que traíamos,
bajamos a Kufstein donde - ¡claro! - entramos en el famoso local Auracher Löchl.
Caminata a la Roca de las Golondrinas: Schongau
9 de abril 2007
He leido que desde el Schwalbenstein - "Roca de las Golondrinas" - se tiene una vista bonita
al río Lech. ¡Vamos!
Desde Schongau caminamos por las orillas altas del río Lech, subimos por bosques claros y
rápidamente llegamos al Schwalbenstein. Pero del Lech no se veía mucho, por tantos árboles.
No obstante era un camino bonito, por tantas flores que florecían en todas partes. Bajamos
al pueblo Hochenfurch, donde hay dos restaurantes. El primer estaba cerrado. Preguntamos por
el segundo. "Teneis que daros prisa", nos respondimos: "van a cerrar a las dos" - Corrí al
local, llegué dos minutos antes de las dos, y logré convencer al dueño de que la Tertulia no
se puede morir de hambre. Abrieron de nuevo la cocina bajo de la condición, de que comamos
todos el mismo plato: escalope con papas y ensalada.
Después del almuerzo regresamos por otro camino a Schongau, donde dimos un paseo por esta
ciudad con casas, torres y murallas medievales. Queríamos comer helado, pero el primer café
estaba repleto, el segundo cerrado, y el tercer, aunque se llamó "Eiscafé" (café y heladería) -
no tenía helado: "lo tenemos a partir de mayo". Por fin encontramos un local que vendía helado.
Sí, estas aventuras vivimos: un pueblo donde cierran los restaurante y una ciudad casi sin
helado. ¡Qué raro rincón!
Un monte empinado y un lago frío: Subida al Jochberg
15 de abril 2007
Sol, cielo azul y temperaturas de unos 24°. Casi verano. Un día ideal para subir a un monte.
Fuimos en autobús al paso Kesselberghöhe y subimos por un camino muy empinado por bosques
claros. Después de dos horas llegamos a la cima. Nos sentamos en el suelo y merendamos.
La cima del Jochberg es tan escarpado que desde la cima no se puede ver el camino de la subida.
Se siente como sentado en una nube, flotando sobre el paisaje bonito. En el norte vimos el lago
Kochelsee de profundo azul, en el suroeste el lago Walchensee cuyas olas reflejaban el sol, y
detrás del lago las cordilleras nevadas del Karwendel, cientos de cimas. ¡Qué panorama!
Después de una pausa extensa bajo el sol veraniego, bajamos por un camino estropeado. Tuvimos
que trepar sobre árboles caidos y sobre rocas. Llegamos al lago Walchensee. Nos quitamos
los zapatos y nos bañamos los pies. ¡Qué frío! Bueno, el Walchensee es uno de los lagos más
fríos de Baviera y todavía estamos en abril. Pero el sol calentaba y disfrutamos del viento
templado en las orillas. Cuando el sol se puso detrás de las montañas fuimos a Urfeld, cenamos
y regresamos en autobús. ¡Qué día maravilloso!
El cañón de los gnomos: Leutaschklamm
22 de abril 2007
Hace tres años este cañón se llama solamente Leutaschklamm, por el río Leutasch, que lo
atraviesa. Por el camino antiguo se podía visitar solamente una pequeña parte del cañón.
Pero el año pasado acabaron de construir un nuevo camino que hace accesible todo el cañón,
con puentes, balcones y escaleras de acero. Y para atraer a los turistas con niños, se
inventaron unos cuentos de gnomos y hadas. Y hoy en día se llama "Geisterklamm" -
"Cañón de los fantasmas". Mejor lo llamamos Cañón de los gnomos, porque los gnomos acompañan
al visitante y por carteles le informan sobre geología, limnología y hidrología. Muy
interesante. Pero mucho más interesante es el milagro de la naturaleza: Las rocas, el abismo
que provoca vertigo, y las aguas violentas con torbellinos y cascadas.
Un poquito montañismo: Subida al Brecherspitz
29 de abril 2007
¡Cuidado! Este camino puede provovar vertigo. Sólo para experientados.
A algunos amigos les gusta hacer el montañismo y escalar, a la mayoría de la Tertulia no. Pero
con esta excursión pusimos contentos a todos.
Fuimos en autobús al paso Spitzingsattel, subimos por un buen camino a la Obere Firstalm y
después por una senda rebaladiza a una cima con buena vista. Allí empieza una cresta estrecha,
por la cual se puede subir a la cima del Brecherspitz. Este trayecto puede provocar vertigo por
las pendientes escarpadas a ambos lados, además hay que escalar un poquito, pero hay un cable
de acero para agarrarse. Superamos este reto y disfrutamos de la vista desde la cima. Se ven
tres lagos: el Tegernsee, el Schliersee y el Spitzingsee, tres lagos que conocemos bien de
algunos excursiones. Después de la pausa regresamos a la Obere Firstalm y desde donde bajamos
primero por un paisaje interesante con rocas y flores típicas alpinas, después por un bosque
aburrido al pueblo Neuhaus al lago Schliersee, donde hay una estación de tren.
¿Palomas? ¡Águilas! - Caminata al Taubenberg
1 de mayo 2007
Ya fuimos en el año 2003 al Taubenberg, pero por aquel entonces en un día gris, sin vistas. Esta
vez con muy buen tiempo: sol, cielo despejado y una vista hasta las montañas, vimos incluso el
Brecherspitz, donde habíamos subido el domingo anterior.
Salimos en Warngau, atravesamos dos pueblos y entramos en el bosque que cubre el Taubenberg -
"monte de las palomas". Este monte no es muy alto, así llegamos después de una hora a la cima,
donde hay una torre como mirador, que es necesaria, porque los árboles altos
tapan la vista. En la torre hay un panorama fantástico, se ven todas las montañas altas desde
la Kampenwand (donde subimos en el año 2000) por el Wendelstein (donde subimos en 2004) hasta
el Ochsenkamp (donde no hemos subido todavía) al lado del lago Tegernsee. Y en el norte se ven
las torres y los rascacielos de Múnich. La llave de la torre se puede tomar prestada del
restaurante Taubenberghaus. Allá fuimos para devolver la llave y - ¡claro! - para almorzar.
Había una fiesta con concurso de músicos, y había mucha gente, pero encontramos una mesa en la
terraza soleada, que ofrece una vista bonita a las montañas. De repente vimos dos águilas
dando vueltas en el cielo azul. Nos sorprendimos, como las águilas normalmente viven
en las montañas altas rocosas, y no en esta región colinosa y bosquejada.
Después del almuerzo bajamos hacia el este y entramos en un valle tranquilo y aislado - no
encontramos a nadie. Subimos por prados llenos de flores a otro montecillo, pasamos por una
granja y bajamos por un bosque denso al pueblo Mitterdarching. Desde la estación del tren
pudimos observar otra águila flotando en el cielo azul. Palomas no habíamos visto por todo en
el día.
"Florencia de Baviera" - Excursión a Eichstätt
6 de mayo 2007
Tuvimos suerte. Mientras en Múnich llovía, pasamos un día seco en Eichstätt, aún hacía un
poquito sol.
Eichstätt es muy chiquito, pero un tesoro de la arquitectura barroca. Hay tantas iglesias,
tantos palacios, tantas casas de estilo barroco. Por la riqueza de edificios de la misma época
Eichstätt se llama "Florencia de Baviera".
Después de haber vistitado la catedral, dos iglesias y la residencia veraniega de los obispos
con su jardín hermoso, subimos al castillo Willibaldsburg, que está situado en la orilla alta
de un meandro del río Altmühl. Desde la torre del castillo se tiene una vista amplia sobre el
valle del Altmühl, la ciudad de Eichstätt, y los tejados del castillo.
Pero dentro del castillo hay otro tesoro: Dos museos, uno de piedrificaciones de animales
prehistóricos, y uno de objetos excavados de los celtas, germanos y romanos. ¡Muy interessante!
De vuelta en la ciudad, tomamos un cafecito en la terraza de un café, porque había salido el sol.
Por las calles preciosas regresamos a la estación de tren.
¡Verano! - Excursión en bicicleta a Beuerberg
13 de mayo 2007
Los mentirólogos habían pronosticado tiempo variable con chubascos, pero hizo sol de un cielo
despejado. ¡Mejor que mejor!
Salimos de Wolfratshausen por caminos no asfaltados atravesando bosques claros de pinos.
Llegamos a las orillas del Isar y las seguimos. El Isar en esta región tiene el aspecto de un
río salvaje, indómito, y los bosques parecen selva virgen. La mayor parte del camino fue por
bosques verdes, solamente pocas veces cruzamos carreteras. Después de una hora salimos de los
bosques, y delante de nuestros ojos se amplió el paisaje hermoso: prados verdes anchos, la
silueta del pueblo Königsdorf con el campanario del tipo típico bávaro "Zwiebelturm" y al
fondo las cadenas de montañas. Doblamos hacia el oeste a Beuerberg, donde hicimos una
pausa, teníamos mucho sed por el sol fuerte y el calor. Parecía que había empezado el verano
en Alemania.
Después de la pausa bajamos a las orillas del río Loisach, que seguimos hasta que volvimos
a Wolfratshausen, donde Bert nos invitó a su casa a cenar, una merienda típica bávara.
¡Qué rico! ¡Gracias, Bert!
Sólo lluvia - Visita al jardín botánico
17 de mayo 2007
¡Qué pena! Un día festivo, nos habíamos citado para ir al jardín botánico. Pero estaba lloviendo
todo el día, de vez en cuando tan fuerte que nos refugimos en los invernaderos, donde hay muchas
plantas tropicales. Muy bonito, sí, pero queríamos ver los rododendros, que en esta estación
florecen mucho en el parque del jardín botánico. Cuando disminuyó la lluvia, salimos y dimos un
paseo por el parque: los rododendros, los iris, las amapolas y todas las demás flores mojadas.
¡Qué pena!
Cascadas escondidas y un lago precioso: Caminata desde Reutte a Heiterwang
19 de mayo 2007
El comienzo de nuestra caminata era un poquito aventurero: El camino - oficialmente señalizado
por un cartel - se terminó de repente en una zanja (alem.: Baugrube) gigante. La circundamos
sin que hubiera camino y nos encontramos dentro de un terreno cerrado. Tuvimos que trepar sobre una cerca
de alambre. Después cruzamos la carretera general por un paso inferior y entramos en un valle
profundo y tranquilo.
Rápidamente llegamos a las cascadas Stuibenfälle, donde hicimos una corta
pausa en la sombra fresca. Mientras los demás descansaron, escalé hacia abajo a las orillas del
arroyo para sacar una foto bonito de las cascadas. De repente ví una garrapata (alem.: Zecke)
en mi brazo. Antes de que me pique, la pillé y la maté. Las garrapatas pueden causar enfermedades
graves, hay que tener cuidado. Pero fue la única garrapata este día.
Seguimos caminando y llegamos al lago Plansee. ¡Qué hermosura! Las aguas brillaban en
diferentes colores como piedras preciosas: aguamarino, zafiro, esmeralda. Y en las cimas
de las montañas que circundan el lago y llegan hasta las orillas, había nieve blanco,
que contrastaba con las rocas grises y los bosques verdes oscuros. Nos entraban ganas de
bañarnos, pero el agua estaba demasiado frío. Así disfrutamos de la vista y tomamos el sol.
Cuando nos entró hambre, fuimos al hotel Fischer am See, donde comimos en la terraza.
Casí perdimos el tiempo y tuvimos darnos prisa. Por un pantano y por prados llenos de flores
caminamos a la estación de Heiterwang, donde llegamos tres minutos antes de la salida del tren.
Así salió bien este día, que empezó un poquito aventurero.
30°C - Vamos a la playa: En bici desde Starnberg al Wörthsee
26 de mayo 2007
El tiempo mucho mejor que los pronósticos. Sol, 30°C. Nos llamamos por teléfono muy
espontáneamente. Espontáneamente significa también: pocos participantes, porque la mayoría
de los contertulios ya tenían otros planes. Tres amigos, fuimos en tren de cercanías a Starnberg,
donde empezamos la excursión en bicicleta.
Fuimos por bosques verdes, por prados llenos de flores, por campos de trigo y por campos de
cebada, subimos y bajamos varias colinas empinadas y llegamos al lago Wörthsee. En las orillas
del suroeste hay una playa muy agradable. Nos bañamos en el agua fresca y tomamos el sol.
En la terraza de un local cerca comimos. De repente vimos una nube gigante, gris, casi negra.
Velozmente fuimos en bici a la próxima estación. Subimos al tren, cuando empezó la tormenta.
Una caminata muy variada: Desde Füssen a la Saloberalpe
27 de mayo 2007
En cada programa de radio o televisión diferentes pronósticos: Unos habían dicho sol, otros
lluvia. Por eso fuimos a Füssen: En caso de mal tiempo se puede visitar la ciudad con sus
castillos, en caso de buen tiempo se puede caminar o incluso subir a las montañas.
Cuando llegamos, hacía un poquito de sol: ¡caminata! Claro que antes dimos un paseo por el casco
histórico precioso de Füssen. Después salimos por el valle del arroyo Faulenbach, que tiene su
nombre por el olor desagradable que despide de vez en cuando. Este olor viene de bacterias que
viven en un lago que desemboca en el arroyo y las que se alimentan de azufre (sulfuro) que hay
aquí. Cuando las bacterias eructan, sale el olor. Pero este día las bacterias se comportaron bien.
Pasamos unos laguitos chiquitos, atravesamos bosques y pantanos y llegamos al Alatsee, el lago
de las bacterias. Detrás de este lago empieza una subida corta pero muy empinada. Teníamos una
vista bonita sobre los lagos y los montes bosquejadas hasta el famoso castillo Neuschwanstein.
Llegamos a la cabaña Saloberalpe, donde comimos.
Oimos truenos y cayeron unas gotas de lluvia, y ya pensabamos que teníamos que regresar a la
ciudad, pero de repente salió el sol de entre las nubes. Muy alegre seguimos caminando, bajamos
hacia el sur al valle del río Vils y visitamos las ruinas de un castillo medieval. En el valle
pasamos por unas haciendas y granjas, vimos caballos y potros, cabras, gallos y vacas, pasamos
por prados llenos de flores, entre ellas orquídeas, y llegamos a las cataratas del río Lech.
¡Qué espectaculo!, las aguas espumadas que saltan abajo con mucho rumor.
Finalmente llegamos de nuevo a Füssen, cruzamos por un puente el río Inn, que tiene un color
muy extraño pero bonito, por tanto cal que contiene. En la calle tomamos un cafecito y comimos
pasteles o helados, disfrutando el sol. Pero justo en el momento que subimos al tren, empezó a
llover. Sobre las montañas se pusieron nubes grises casí negras y empezó una tormenta con
relámpagos.
Qué día tan variado: sol y tormenta, lagos tranquilos y rios caudalosos, valles y montañas,
ciudad y naturaleza, castillos hermosos y ruinas abandonadas, animales y flores, sudor y
diversión.
El Amazonas del Alto Palatinado: Vamos en barco en Amberg
3 de junio 2007
Amberg es una ciudad pequeña con historia larga: fue la capital del Alto Palatinado. Todavía
existe la muralla medieval, con torres y puertas, y hay iglesias bonitas y casas antiguas.
Pero como ya he mencionado, Amberg es pequeña. Por eso hicimos por la tarde una vuelta en barco
por el río Vils (no confundir con ese río del mismo nombre cerca de Füssen, donde caminamos
la semana anterior). El barco era del tipo "Plätten", muy típico de este región. En tiempos
pasados transportaba el mineral de hierro, hoy en dia transporta a los miembros de la
Tertulia.
Miramos el agua oscura, los bosques verdes en las orillas, con patos y cisnes, y hablamos de
ríos, animales, y finalmente de pirañas. De repente los amigos se callaron. Después de algunos
minutos pregunté ¿por qué? - "Oh, estaba soñando con el Amazonas", dijo un amigo. "Yo también",
dijo una amiga. "Y yo también", dijo el tercer amigo. Toda la Tertulia soñando del Amazonas.
Sí, el Vils parece al Amazonas. Bueno, es más chiquito. Pero cuando llegamos al embarcadero,
vimos una serpiente nadando en el río. ¡Como una Anaconda en el Amazonas! Bueno, era más
chiquita...
Un valle tranquilo, un lago ruidoso y mucho deporte: En bici al Seehamer See
9 de junio 2007
Salimos muy tarde: al mediodía subimos al tren de cercanías y fuimos a Kreuzstraße, donde
empezamos a ir en bicicleta. Por prados verdes llegamos al pueblo Valley, donde bajamos al
valle del río Mangfall. ¡Qué bajada! Se necesita muy buenos frenos, tan empinada es la cuesta.
En el valle seguimos un camino, que de repente se terminó, aunque estaba marcado en el mapa.
Tuvimos que regresar y subir a la orilla alta, empujando la bici, ¡puh, qué esfuerzo! Dos
kilómetros más adelante encontramos otro camino que baja al valle. Llegamos a la fonda
Maxlmühle, donde almorzamos en la terraza debajo de un árbol gigante, al lado de una cascada
susurrando del río Mangfall, en un valle verde y tranquilo, ¡un idilio!
Después de la pausa seguimos el valle por unos diez kilómetros, subimos a la otra orilla alta,
encontramos la carretera general y la dejamos después de unos 100 metros para subir a una
colina empinada. Como recompensa recibimos una bajada rápida y larga, ¡qué comodidad!
Llegamos al lago Seehamer See, que desgraciadamente está situado al lado de la autopista, que
emite mucho ruido. Nos bañamos en el agua fría, después nos tumbamos en el cesped, pero no
tomamos sol - porque se habían formado muchas nubes. El cielo se oscureció, parecía que llegaba
una tormenta, por eso montamos en nuestros bicis y nos dimos prisa. Subimos a una colina,
bajamos velozmente, pero en seguida llegamos a otra subida, tuvimos que empujar las bicis por
lo empinada que era. Otra bajada, otra subida. Sí, hicimos mucho deporte. El triatlon de la
Tertulia: ir en bici, nadar, y empujar la bici.
Cuando cruzamos otra vez el rió Mangfall, salió de nuevo el sol de entre las nubes y las aguas
claras relucian la luz. No resistimos: nos quitamos los zapatos y nos bañamos los pies en el
río. ¡Qué frío! ¡Ah, qué refresco! Después nos esperaba la última subida empinada de este día
deportivo, para llegar a la estación a Kreuzstraße.
Un lago hermoso, una cervecería famosa y menos deporte: En bici al Steinsee
17 de junio 2007
La excursión empezó con una bajada furiosa: al pueblo Falkenberg y detrás sin interrupción al
pueblo Moosach. ¡Qué velocidad! Pero cuando se baja, hay que subir. Siguió una subida larga
de un kilómetro. Pero era la única subida fuerte de esta excursión. Y además pudimos
refrescarnos en seguida: Llegamos al Steinsee, un lago hermoso con orillas bosquejadas,
con lotos y libélulas. Nadamos por el agua clara y templada, y disfrutamos de la tranquilidad.
Nos secamos al sol fuerte y montamos de nuevo en las bicis. Pasando pastos con vacas y
vallados con caballos, llegamos al pueblo Münster, donde almorzamos en la fonda Haflhof, en la
sombra de un tilo gigante. Buena comida y camareras corteses, ¡muy recomendable!
Contentos seguimos andando en bici, pasamos por otro lago, ¡donde hay que pagar entrada! - no
entramos. Atraversamos un bosque y superamos un corto trayecto difícil: se había echado mucha
gavilla en el camino, ¡demasiada gravilla!, las ruedas se hunían. Pero poco después
bajamos velozmente por buenos caminos a Aying y - ¡claro! - tomamos una cervecita rica en
esta cervecería famosa.
Fiesta del Instituto Cervantes
22 de junio 2007
Unos 30 contertulios, fuimos a la fiesta del Instituto Cervantes. Tiene lugar cada año y ya
fuimos independientemente los años pasados, pero este año nos citamos: en grupo más diversión.
Participamos en clases de tango argentino, miramos una representación de sevillanas, probamos
comida típica española, vinos de España y cócteles latinoamericanos: mojito y
caipiriña. Cuando cayó la noche, iluminaron la plaza con luces rojas y amarillas,
¡muy romántico! Escuchamos la música y bailamos hasta la medianoche.
Deporte, naturaleza y refresco: Subida al Immenstädter Horn
24 de junio 2007
Desde la estación de Immenstadt no hay que caminar mucho para llegar a las faldas del monte
Immenstädter Horn. Subimos en zigzag por una senda estrecha y muy empinada por un bosque denso,
y sudamos mucho por el esfuerzo y por el aire húmedo. Después de una hora caminando llegamos
a un mirador: una vista maravillosa sobre el lago Alpsee y los montes y colinas de la otra
orilla. Todavía faltaba una hora para la cima, pero ahora caminamos por un bosque luminoso
lleno de flores bonitas, entre ellas flores raras como las azuzenas purpúreas (lilia martagón,
alem.: Türkenbundlilie) y orquídeas. También vimos diferentes mariposas, entre ellas el
bellisimo macaón (alem.: Schwalbenschwanz), y pájaros como el raro pico tridáctico (un tipo
de pájaro carpintero, alem.: Dreizehenspecht). ¡Qué naturaleza tan rica!
Llegamos a la cima, ¡donde hay bancos y mesas! Muy comodo merendamos y descansamos de los
esfuerzos de la subida. Disfrutamos del sol, del viento fresco y del panorama sobre el lago
y las montañas. Sólo nos molestaron unos escarabajos verdes, que con preferencia aterrizaban
en pelo rubio. Pero, eso es naturaleza.
Con nuevas fuerzas, bajamos por otro camino, por una senda escarpada rocosa, y llegamos a un
valle con vacas con cencerros sonando. ¡Qué idilio! Llegamos a una cabaña, donde venden leche
fresca, queso y pan hecho a mano, ¡muy rico!, y la gente allá muy amable.
Muy contentos bajamos a las orillas del lago Alpsee y nos bañamos. ¡Qué agradable refresco!
©2007 Fotos por Dorit (*), Jutta (**) y Klaus